Bolivia, 21 de abril de 2021.
La especie humana afronta un reto de salud pública formidable y pocas veces visto en la historia: detener, lo más pronto posible, la pandemia del virus SARS- CoV-2 causante de la enfermedad covid-19 que hasta la fecha contabiliza 141 millones de casos, quitó la vida a 3.01 millones de personas y está enviando prácticamente a la quiebra a gran parte de las economías del globo.
Desde que el 8 diciembre del 2020 Margaret Keenan (Reino Unido) fuera la primera en el mundo en recibir una vacuna clínicamente aprobada, aproximadamente 905 millones de dosis fueron administradas (hasta el 17 de abril), sin embargo, este increíble número representa tan solo el 6.4% de la población planetaria. De ese del total, un 2.6% recibió la segunda dosis y está completamente vacunada.
En Bolivia, la acción de vacunación más importante de la historia patria, comenzó el 29 de enero cuando la enfermera Sandra Ríos recibió su primera dosis de la vacuna Sputnik V. Esa dosis formó parte de un lote de apenas 20 mil que llegaron un día antes a Santa Cruz de la Sierra.
A mediados de abril, según la información oficial, 536 mil dosis fueron aplicadas y se reporta que 165 mil personas ya recibieron su segunda dosis. Es decir, el 1.4% de la población total del país estaría completamente vacunada.
Las vacunas llegan a cuentagotas y la espera desespera
Según el Gobierno, desde el pasado año se iniciaron y consolidaron las negociaciones vía acuerdos bilaterales con productores y también se cuenta con la ayuda del mecanismo COVAX impulsado desde las Naciones Unidas. El país espera recibir un total de 14.8 millones de dosis durante el 2021 y emprender una veloz carrera en busca de proteger a la mayor parte de la población de la embestida del covid.
Hoy, la anhelada carrera de velocidad está demorada y se prevé que se convierta en una larga y lánguida maratón. ¿Cuáles son las causas? Por una parte, la industria productora no logra abastecer al planeta en la cantidad ni en los tiempos prometidos, por otra, los países más ricos y más audaces acapararon el mercado de vacunas con compras anticipadas y ahora están exigiendo sus derechos de clientes preferenciales.
Para colmo de males, el mayor productor global de vacunas situado en la India, decidió dar prioridad a su población (casi 1.400 millones de habitantes) y restringir la exportación de biológicos hasta controlar su situación interna (15 millones de contagios, 219 mil casos diarios en los últimos días).
Un dato adicional, en la era pre-covid la producción mundial de vacunas fue de 3.500 millones de dosis al año. Actualmente, luego de múltiples acuerdos colaborativos entre desarrolladores y productores de vacunas, se inició una marcha forzada con la meta de producir 12.500 millones de dosis y acrecentar en casi cuatro veces la capacidad de producción a fin de responder a la desesperada demanda mundial.
Frente a la inquietud sobre si se están o no recibiendo vacunas en Bolivia, el Ministro Jayson Auza afirmó en conferencia de prensa que 947.970 dosis fueron entregadas a los Servicios Departamentales de Salud y atribuye retardación y deficiencias en la organización de la vacunación en los departamentos y Redes de Salud. La polémica está abierta.
En respuesta al calendario de vacunación emitido por la autoridad sanitaria, el primero de abril, miles de adultos mayores y personas con enfermedades de base formaron largas filas esperando recibir la “dosis de la esperanza”. En pocas horas se acabaron las vacunas y el calendario ya lleva semanas de retraso.
Al gran desafío de la producción y el abastecimiento ahora se suman otros factores, entre ellos los relacionados con la eficacia de las vacunas frente a las nuevas variantes del virus y los perfiles de seguridad, en términos de conocer con precisión los efectos adversos posteriores a la vacunación.
LAS MUTACIONES QUE AGOBIAN A LA HUMANIDAD
El 14 de diciembre de 2020, las autoridades sanitarias del Reino Unido informaron a la OMS que se había identificado una variante del SARS-COV-2; el mundo una vez más activó las alarmas y se inició un nuevo capítulo en la ya escalofriante historia de la pandemia.
Las OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (los CDC por sus siglas en inglés) clasificaron las variantes en tres categorías, según el grado de riesgo y potencial afectación en la salud pública: Variantes de interés, Variantes de preocupación y Variantes de gran consecuencia.
Hasta este abril, numerosas mutaciones fueron detectadas por los sistemas de vigilancia, pero son ocho las que están llamando la atención de los investigadores en diversos continentes. La comunidad científica teme que estas variantes neutralicen los exiguos progresos en materia de prevención, tratamiento y control de la propagación de la enfermedad.
Las variantes de interés y de preocupación fueron clasificadas según su linaje y llevan los nombres de los países o regiones de donde se presume son oriundas. Ellas son: B.1.17 denominada británica; P.1 y P.2 brasileñas; B.1.35 sudafricana; B.1.42 y B.1.43 ambas californianas y la B.1.52 y B.1.53 descubiertas en el Estado de Nueva York.
El Dr. Héctor Mejía Salas, master en epidemiología clínica, diplomado en vacunología y profesor titular de la Facultad de Medicina de la UMSA, explica que las mutaciones virales normalmente ocurren, son fenómenos conocidos y afirma que “siempre existieron y seguirán existiendo en el futuro”.
Los virus, para sobrevivir, se multiplican aceleradamente y hacen millones de copias de sí mismos con la finalidad de invadir las células del organismo, describe el experto. Durante este proceso, pueden producirse errores en la replicación, crear copias defectuosas, e instantáneamente modificar su información genética y provocar cambios de comportamiento ya sea en la transmisión, en la sintomatología de la enfermedad o en su desenlace.
En su criterio, las formas mutantes del nuevo coronavirus generan cuatro preocupaciones principales: (1) se transmiten más rápidamente y en consecuencia provocan un mayor número de casos; (2) producen cuadros más severos con el consiguiente aumento en la mortalidad (entre 20% y 60% más); (3) evaden los anticuerpos naturales que las personas desarrollaron luego de enfermar en la primera ola. Por tanto, la posibilidad de una reinfección es real; y, (4) reducen significativamente la eficacia de las vacunas disponibles en la actualidad.
Mientras el virus esté circulando de una persona a otra las mutaciones son posibles y sólo podrán ser reconocidos a través de una vigilancia genómica. De hecho, aclara el Dr. Mejía, el coronavirus es uno de los mutantes más lentos (dos veces por mes aproximadamente) en comparación con otros virus como el de la gripe, que muta 4 veces, o como el virus del VIH, que muta 8 veces más rápido.
Por su parte, el intensivista Roberto Zelaya Flores detalla que, pueden existir decenas de mutaciones que no necesariamente agravan la enfermedad. “la mayoría de las mutaciones no son eficientes para contagiar a otras personas, pero existe una pequeña parte que sí es y que puede ser muy contagiosa”. En criterio de Zelaya, en las cepas inglesa, brasileña y sudafricana se observa una evolución más rápida en cuanto a las complicaciones y cuadros graves.
En efecto, las variaciones del virus están poniendo una vez más en vilo a la humanidad, por ello, Mejía Salas insiste en que las únicas armas que existen para hacer frente al escenario actual y limitar la circulación del virus son las mismas que el mundo conoció durante la primera ola, es decir, mantener disciplinadamente el distanciamiento físico; usar correctamente el barbijo para proteger las vías respiratorias; lavar frecuentemente las manos; y, ojalá, vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible.
Los vaivenes de la vacunación de emergencia
Es claro que las vacunas, sin importar procedencia o plataforma, son imprescindibles para la seguridad sanitaria del país y del mundo. Junto con las medidas de protección personal y el distanciamiento físico son las únicas defensas que hoy existen frente a la covid-19. Su importancia en la prevención primaria es incuestionable.
La OMS y entes reguladores reconocidos, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) entre otros, acordaron aprobar el uso de emergencia de medicamentos y vacunas.
Esta autorización significa que se dio luz verde a la aplicación y uso de productos médicos (previamente verificados) que puedan diagnosticar, tratar o prevenir enfermedades que ponen en peligro la vida durante esta crisis de salud pública. Aunque hay mucho por investigar y conocer acerca de las vacunas y otros medicamentos, una situación de emergencia como la actual, exigía medidas de emergencia.
Merced a este acuerdo, las vacunas que hoy están siendo utilizadas en todos los continentes fueron producidas, distribuidas y aplicadas en tiempos extraordinarios.
Sin embargo, no todas fueron buenas noticias. En marzo, Alemania, Francia, Italia y España decidieron suspender temporalmente el uso de la vacuna AstraZeneca después de haberse detectado algunos casos de trombosis graves luego de su aplicación. En ese momento, más de 34 millones de personas en Europa ya habían recibido la vacuna.
De acuerdo a una publicación del New York Times, hasta el 4 de abril, los reguladores europeos habían recibido reportes de 222 casos del inusual problema de coágulos sanguíneos en el Reino Unido y en otros países del viejo continente. La EMA reconoció que los coágulos sanguíneos deben ser registrados como un efecto secundario "muy excepcional" pero grave, especialmente en los jóvenes.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la FDA realizaron, este martes 13, una declaración conjunta sobre la vacuna contra la covid-19 de Johnson & Johnson. En ella se indica que luego de 6.8 millones de dosis aplicadas hasta el 12 de abril, se inició una investigación debido a la notificación de seis casos de un tipo raro y grave de coágulo de sangre aparecido en el periodo posterior a la vacunación.
Textualmente la declaración conjunta señala: “En estos casos, se observó un tipo de coágulo de sangre llamado trombosis del seno venoso cerebral (TSVC o por sus siglas en inglés, CVST) en combinación con niveles bajos de plaquetas en la sangre (trombocitopenia). Los seis casos ocurrieron en mujeres de entre 18 y 48 años, y los síntomas se presentaron 6 a 13 días después de recibir la vacuna”.
El comunicado indica “Los CDC convocarán a una reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP) para revisar más a fondo estos casos y evaluar su potencial repercusión. La FDA revisará ese análisis mientras que también investiga estos casos. Hasta que este proceso termine recomendamos hacer una pausa en el uso de esta vacuna como medida de precaución”.
Con dos vacunas en el ojo público, la confianza está siendo mermada y muchos grupos interesado en desprestigiar la vacunación están activando su arsenal para sembrar más sombras que luces y desatar nuevamente la incertidumbre.
Un apunte no menor. Los casos detectados por los sistemas de vigilancia, comparados con el volumen de dosis aplicadas, ratifican que estos eventos son raros y poco frecuentes.
Vacunarse o no vacunarse, he ahí el dilema
En este momento, la OMS considera que los beneficios de todas las vacunas son mayores que sus riesgos y recomienda que se siga vacunando “Todas las vacunas y medicamentos conllevan un riesgo de efectos secundarios. En este caso, los riesgos de enfermedad grave y muerte por covid-19 son muchas veces más altos que los riesgos muy pequeños relacionados con la vacuna”, expresó públicamente el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus.
En efecto, si bien la vacunación es completamente voluntaria y las informaciones que circulan sobre la seguridad de las vacunas producen intranquilidad, las personas precisan tomar en cuenta que evitar o postergar innecesariamente la vacunación puede poner en grave riesgo su salud, la de su familia o a las personas que forman parte de su entorno.
Los indecisos deben tener en mente que:
• La pandemia está aún muy lejos de terminar. En muchos países, la situación está fuera de control y una nueva ola podría iniciarse en cualquier momento.
• Las vacunas no evitan completamente la infección o la reinfección, pero sí ayudan a reducir el riesgo de desarrollar un cuadro grave, requerir internación o atención de cuidados intensivos.
• Las variantes del virus se muestran más agresivas, se manifiestan de maneras diferentes a la cepa descubierta en Wuhan y se transmiten más rápidamente.
• A diferencia de los meses anteriores, en este momento las poblaciones jóvenes se ven más afectadas y los casos severos y graves aumentan día a día en estos grupos.
• No existe, por ahora, un tratamiento efectivo contra la enfermedad. Los medicamentos disponibles sirven únicamente para atenuar los síntomas y los efectos perniciosos que el virus produce en el organismo.
Sobre la vacunación, a pesar de la incertidumbre, el Dr. Héctor Mejía Salas, master en epidemiología clínica y vacunólogo, afirma enfáticamente: La vacuna y las medidas de protección personal, incluyendo el distanciamiento físico, son las únicas armas para protegernos. En este mundo de malas noticias y mala información, el personal de salud y los médicos deberíamos tener la obligación de tranquilizar y alentar a la gente a mantener aún todas las medidas. Ojalá se pueda a corto plazo lograr vacunar a la mayor cantidad de gente posible. “Si usted no está vacunado siga cuidándose, si está vacunado siga cuidándose”, exhorta.
Contraindicaciones para la vacunación
Es importante recordar que todas las vacunas incluyen en sus prospectos información respecto a las contraindicaciones y posibles molestias posteriores a la vacunación.
De acuerdo al Dr. Roberto Zelaya Flores, especialista en terapia intensiva, coordinador de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Bloque Oruro Corea, “la vacuna de AstraZeneca, por ejemplo, es la que ha tenido más observaciones, en cuanto a efectos adversos. Esta vacuna debe ser restringida para las personas que tienen cuagulopatías o que han tenido antecedentes de trombosis”, y complementa que hasta el momento otras vacunas que se aplican en Bolivia, no han reportado eventos adversos severos posteriores a la vacunación.
“La contradicción absoluta en todas las vacunas es haber tenido, en el pasado, una reacción alérgica grave a una vacuna u otras sustancias y que haya necesitado internación, a esa entidad se le llama shock anafiláctico”, señala el Dr. Mejía Salas. “Otras alergias, por ejemplo, a ciertos alimentos, a algún medicamento, a la penicilina, no deben entenderse, en general, como contraindicaciones para vacunarse”, concluye.
Las vacunas contra la covid-19 pueden aplicarse a la gran mayoría de la población. Sin embargo, se recomienda que las personas se informen en detalle acerca de las contraindicaciones y recomendaciones acerca de la inmunización y, si consideran necesario, consulten a un médico especialista de reconocido prestigio en la materia.
Cada uno de los productores de vacunas emitió información sobre este aspecto. Haciendo una síntesis, aquellos que no deben vacunarse y requieren utilizar otras medidas de protección y prevención frente a la covid-19, son:
- Personas que tengan reacciones alérgicas o hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de las vacunas.
- Personas con antecedentes de reacciones alérgicas graves o anafilaxia luego de la primera dosis de vacuna.
- Enfermedades agudas graves (infecciosas o no infecciosas).
- Enfermedad febril aguda grave.
- Trombocitopenia o cualquier trastorno de la coagulación.
- Epilepsia no controlada u otro trastorno neurológico progresivo (para ciertas vacunas).
Mitos, rumores y otras falacias sobre la vacunación
Para el doctor Héctor Mejía, los grupos antivacunas nuevamente atacan las redes sociales y están circulando bulos y noticias falsas sobre la vacunación. A modo de ejemplo dice: “Una de las más recurrentes en este periodo, es que las vacunas Pfzer y Moderna forman parte de una conspiración y utilizan el ARN mensajero para modificar genéticamente a nuestros organismos, a través de una supuesta combinación de células. De ninguna manera esa afirmación tiene algo de verdad. Eso no es posible. La información genética está en el núcleo de la célula y la vacuna actúa en el citoplasma, por tanto, es absurdo que se pueda combinar con nuestros genes”.
Así como circula información falsa, también se están creando mitos locales sobre la vacunación. El médico Roberto Zelaya relata, a modo de anécdota, que circula entre la población la idea errónea de que una persona vacunada no debería bañarse por un lapso de 45 días a fin de evitar reacciones adversas. O, que el consumo de bebidas alcohólicas incrementa las molestias pasajeras posteriores a la vacunación o que su consumo disminuiría la eficacia de las vacunas. Indudablemente la situación y el volumen de información sobre la pandemia, desató una ola de ficción, entre las personas.
Una esperanza reaviva otra esperanza (Séneca)
La farmacéutica estadounidense Moderna anunció el 10 de marzo que comenzó a ensayar vacunas de nueva generación y evaluar su eficacia para enfrentar la variante sudafricana, cuya agresividad y velocidad de transmisión está socavando, una vez más, los cimientos ya endebles de los sistemas de salud.
Cómo Moderna, el resto de la industria productora de vacunas y los institutos de investigación emprendieron la marcha acelerada para lanzar nuevas vacunas, potenciar las actuales o combinarlas, tal como se propone desde China.
Según el pediatra, experto en epidemiología clínica y vacunología Dr. Héctor Mejía Salas, no obstante, los traspiés en la aplicación de emergencia de vacunas contra la covid-19, el panorama puede ser más alentador el próximo año y en los siguientes. En efecto, a pesar de todo, hay buenas noticias en relación a las vacunas.
La introducción de las vacunas está demostrando fehacientemente que la probabilidad de que una persona vacunada requiera ser ingresada a terapia intensiva es considerablemente menor y, por tanto, muchas vidas están siendo salvadas. La reducción de los casos graves con alto riesgo de morir es una de las mejores noticias que se relacionan con la introducción de esta primera generación de vacunas.
El Dr. Roberto Zelaya Flores, coordinador de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Bloque Oruro Corea, lo confirma: “Está demostrado hasta ahora, con un alto nivel de evidencia, que las personas vacunadas no desarrollan la enfermedad grave, pueden pasar esto como un resfriado, pero ya no se desarrollan complicaciones".
Es previsible que el 2022 se lance la segunda generación de vacunas, más robustas y eficaces que las actuales y que incluyan antígenos contra las cepas mutantes.
Existe el conocimiento, los cultivos de virus están con los fabricantes y la tecnología disponible, “es posible que la segunda generación contenga no solo un virus sino tres o cuatro, como sucede con la vacuna contra la influenza estacional que se aplica cada año” precisa el Dr. Mejía.
Hay más, la compañía de investigación biomédica Pfizer compartió recientemente estudios preliminares que indican que su vacuna es 100% efectiva en el grupo de 12 a 16 años y no reporta efectos adversos. Igualmente, otras industrias ya iniciaron pruebas en niños de 6 meses en adelante con la finalidad de ampliar los segmentos de población receptores de las vacunas y se prevé que antes del fin del año se pueda considerar el inicio de la vacunación infantil, una vez que los entes reguladores den su aprobación.
En paralelo, países de vanguardia como Israel están haciendo múltiples investigaciones para verificar los perfiles de seguridad y recomendar la vacunación de embarazadas y madres lactantes y se espera que pronto se las incluya en los esquemas de vacunación.
En India el prestigioso Instituto del Suero está finalizando sus investigaciones para lanzar nuevos productos. Para mayo del 2022, se espera el anuncio de una nueva vacuna de virus vivo atenuado que podrá ser administrada por vía nasal. “Será una vacuna revolucionaria y muy potente ya que generará defensas justamente en el área por donde ingresa el virus a nuestro organismo” apunta el Dr. Mejía.
Igualmente, innovadoras, existen otras opciones en curso. Se trata de vacunas termoestables, las cuales no requieren de una compleja logística ni una exigente cadena de frío y, como es lógico, podrán distribuirse y administrarse a una mayor velocidad beneficiando a un mayor número de personas.
Finalmente, continúan en fases II y III otros tipos de vacunas candidatas, por ejemplo, una que podría aplicarse por vía oral y que está concluyendo sus etapas de investigación.
En general, el panorama es alentador y con el paso del tiempo la búsqueda de la inmunización de rebaño (70% o más de la población protegida) ya no será una quimera. Sin embargo, el Dr. Mejía Salas aconseja no eludir o postergar la vacunación con los biológicos actualmente disponibles, más aún cuando es evidente que las limitaciones en la fabricación masiva, la disponibilidad y el acceso universal a las vacunas aún representan grandes desafíos para los fabricantes, los distribuidores y los países.
“La vacunación y las medidas de protección personal son las únicas armas que tenemos en este momento y no se deben ignorar o desperdiciar”, sentencia el experto.
Vacunas para Bolivia. El camino para batallar contra la pandemia
Bolivia y en general los países de la Región de las Américas tienen una larga tradición en organizar y desarrollar vacunaciones masivas para la prevención y control de enfermedades.
En el país, los últimos 40 años, enfermedades altamente infecciosas como la viruela, la poliomielitis, el sarampión, la rubéola, la fiebre amarilla o el tétanos fueron eliminadas, están en proceso de eliminación o están controladas.
Este 2021, la experiencia y aplomo del Programa Nacional de Vacunación y de los Programas Departamentales está a prueba y tiene que afrontar un examen por demás exigente: vacunar escalonadamente, a más de 7 millones de ciudadanos a partir de los 18 años de edad.
Para responder a la pandemia, el Estado utilizará al menos 4 vacunas procedentes de distintos productores. En total, se espera recibir 15.7 millones de dosis, de ellas, según los documentos oficiales del Ministerio de Salud, 9.8 millones serán provistas por AstraZeneca.
Las vacunas que están en plena aplicación o que serán introducidas en algún momento del año son:
Todas se aplicarán por vía intramuscular (en el brazo) y requieren dos dosis. El intervalo entre la primera y la segunda dosis es de 21 días, a excepción de la vacuna AstraZeneca que establece hasta 3 meses de espera entre una dosis y otra, a fin de asegurar el máximo desarrollo de inmunidad posible.
La población debe tener en consideración que la inmunización llega a su nivel más alto semanas después haber recibido las dos dosis. Es imprescindible continuar practicando las medidas de seguridad en su totalidad, después de recibir la primera y la segunda dosis de la vacuna.
Emociones y sensaciones. El rostro humano del personal de salud
Desde el inicio de la pandemia, el personal de salud estuvo al frente de la crisis sanitaria y en constante exposición a la enfermedad, lidiando, además, con situaciones laborales y emocionales altamente complejas. Ahora que el proceso de vacunación masiva comienza, un grupo de ellos comparte sus sentimientos sobre lo vivido en un año de lucha contra el nuevo coronavirus.
“Estuve desde la llegada de la pandemia tratando de sobrellevar la salud de los orureños. La planificación fue difícil, no teníamos ni los insumos ni la infraestructura, no existían camas… perdimos muchos colegas. Nos aliamos instituciones y la población, así hemos salido adelante. Estuve en terapia intensiva y el apoyo de la familia y amigos hicieron que no dé un paso al costado. Las vacunas son las vacunas, son una esperanza para el personal de salud”, evoca el Dr. Henry Tapia, director Técnico del SEDES Oruro.
Su colega, el Dr. Roberto Zelaya Flores, coordinador de la unidad de terapia intensiva, del bloque Oruro-Corea, refiere, precisamente, la importancia del desarrollo de las vacunas para evitar que, en caso de contraer el nuevo coronavirus, la infección se agrave y ponga otra vez en aprietos al sistema de salud.
“Que la gente no desarrolle una infección grave, que no necesite de un respirador ni de cuidados especiales en terapia intensiva puede evitar el colapso del sistema. Cuando nos vemos en la necesidad de recurrir a estos mecanismos significa que el daño que ha sufrido el organismo es muy grande y revertir esto es muy difícil. Actualmente, en Bolivia como en el exterior, la mortalidad en las unidades de terapia intensiva es del 80%”, dice. Lidiar con la muerte de los pacientes no es fácil para los médicos y el personal de salud.
“Es un proceso difícil y una responsabilidad con sentimientos encontrados. Uno debe cumplir su misión de médico, pero también siente impotencia en muchos momentos”, afirma el Dr. José Antonio Borges Ortega, director del Cimfa “10 de febrero” de la CNS.
El temor a contraer el nuevo coronavirus no se ha disipado del todo, pero el saberse inmunizados les da mayor tranquilidad. Sin embargo, la recomendación es no descuidar las medidas de bioseguridad. “El haberme vacunado con las dos dosis me da, en teoría, inmunidad para evitar una enfermedad grave, en caso de contagiarme haría un cuadro leve y no llegaría a terapia intensiva. Eso me da tranquilidad porque varias veces a la semana debo tratar a pacientes que podrían ser portadores del covid-19”, comenta el Dr. Héctor Mejía Salas, pediatra del Hospital del Niño de La Paz y profesor titular de la UMSA.
Mejía Salas sabe que la vacunación no representa una garantía absoluta, por eso siempre usa el barbijo, la mascara facial y se lava las manos después de examinar a cada uno de sus pacientes.
En este tiempo, médicos, enfermeras y personal de salud han reivindicado el valor que tiene su trabajo como servicio a la sociedad. “Es muy satisfactorio para mí aplicar las vacunas y contribuir a que la población cuente con una medida más de prevención. Nos sentimos contentos de que las personas puedan acceder a la vacunación, queremos llegar a una cobertura alta y así disminuir los casos de covid-19 al finalizar esta gestión”, sostiene con mucho orgullo la Lic. Dora López, responsable de vacunación de su Red de Salud en el municipio de La Paz.
Planificación, capacitación y estrategias de vacunación
Ante el anuncio de la llegada de las vacunas y la necesidad de iniciar la vacunación masiva, el Ministerio de Salud puso en marcha un plan de trabajo y múltiples estrategias tanto para la vacunación como para sus componentes clave (registro, información, cadena de frio, entre otros). El proceso de preparación de la introducción de la vacuna contra la covid-19, tanto en los Servicios Departamentales de Salud (SEDES) como en las nueve Cajas de Salud a Corto Plazo, se realizó en tiempo récord.
Igualmente, el proceso de capacitación, en diferentes componentes, fue emprendido con celeridad a fin de iniciar, en tiempo y forma, con la vacunación del propio personal de salud en los meses de febrero y marzo.
De acuerdo a la planificación, las estrategias y modalidades de vacunación se aplicarán considerando la disponibilidad de vacunas y las exigencias de la cadena de frío. Estas son:
En la ciudad de Oruro, por ejemplo, la planificación de la regional de la Caja Nacional de Salud involucró a múltiples instituciones estatales y privadas a fin de acondicionar un centro de inmunización con quince vacunatorios y 60 recursos humanos para facilitar el rápido acceso de sus asegurados, evitar aglomeraciones y responder a los 40 mil asegurados con los que cuenta. A pesar del esfuerzo, las actividades tuvieron que ser reprogramadas ya que las vacunas llegaron con demora y se recibieron 3.000 dosis, según informa el Dr. José Antonio Borges Ortega, Director CIMFA “10 de febrero” de la Caja Nacional de Salud.
También en Oruro, de acuerdo a la explicación del Lic. Manuel Sangüesa Guzmán, Gerente General del Seguro Social Universitario, su institución acompañó la planificación con herramientas propias y procedimientos. Se diseñó un protocolo específico para la vacunación de su población beneficiaria, con los siguientes pasos:
En palabras del ejecutivo, la experiencia durante la primera fase fue positiva. Un 95% del personal de salud del SSU-Oruro recibió las dos dosis indicadas, mientras que en el grupo de beneficiarios con enfermedades de base la aceptación fue del 98%.
“Hemos implementado un vacunatorio que puede convertirse en dos o tres o más, en función de la necesidad. Inicialmente hemos implementado uno, en instalaciones del Seguro Social Universitario de Oruro, para poblaciones menores a 100 personas”, puntualiza el ejecutivo.
Como en casi toda Bolivia, en la ciudad de Sebastián Pagador, la demanda es elevada por parte de los adultos mayores. Para ellos la vacunación es una oportunidad de vivir.
A 220 kilómetros de la capital del folklore, en el centro de La Paz, la aceptación de la vacunación entre el personal de salud y la población priorizada también es alta e incluso supera la disponibilidad de vacunas que actualmente existe.
La licenciada en enfermería Dora López, responsable de vacunación en su Red de Salud, señala: “Hay mucha aceptación. No tenemos dificultades en cuanto a la demanda de vacunas por parte de la población, creemos que llegaremos a una cobertura aceptable en todos los grupos. Las personas están llegando continuamente a los establecimientos solicitando su vacunación”.
Junto a la vacunación, un componente muy importante es el relacionado con las medidas de bioseguridad. La Lic. López explica que los cuidados se inician en la fila de espera. Se solicita que las personas guarden la distancia recomendada, se controla el uso adecuado del barbijo, se realiza el triaje para detectar si una persona está con fiebre o requiere atención especial y luego, se aplica el alcohol en gel antes y después de la vacunación.
¿Quiénes no se vacunan en este periodo?
Como medidas especiales, el Ministerio de Salud y Deportes publicó un listado de las personas que, por el momento, no serán vacunadas; ellas son: Personas que estén cursando o sean sospechosas de covid-19, convalecientes que enfermaron con la covid-19 en los 21 días anteriores, personas que recibieron plasma hiperinmune en los últimos 90 días, mujeres en estado de gestación, madres lactantes y menores de 18 años.
Tanto el sistema público de salud como las nueve Cajas de Salud de Corto Plazo proveerán vacunas de acuerdo a las poblaciones y áreas geográficas de su competencia. Por ahora, no están autorizadas ni la importación ni las vacunaciones provistas por entes privados.
Epílogo, la ansiedad de vivir debe ser el punto de inspiración
Los primeros meses de este 2021 son, sin lugar a dudas, un tobogán de informaciones y sensaciones contradictoras con relación a la lucha contra la catastrófica covid-19.
Desde la alegría de saber que las vacunas están llegando a los países y que se emprendieron megacampañas de vacunación, pasando por el temor respecto a cómo afectarán las nuevas variantes del virus a los países y hasta la frustración por conocer que las vacunas de primera generación no son del todo eficaces y que, además, están siendo observadas por eventos supuestamente atribuidos a las vacunas y la inmunización.
El mundo espera que en los próximos meses y años se conozcan completamente los beneficios, límites y reacciones adversas de los productos vacunales. Seguramente, el 2022 llegará con vacunas de segunda generación que puedan ser más eficaces, seguras e incluyan a las cepas mutantes que hoy en día generan la preocupación global.
Se sabrá cada cuánto tiempo deberemos vacunarnos y si son necesarias dosis de refuerzo, tal como avizoran algunos fabricantes. Y es probable que, en los próximos meses, se amplíen los grupos de edad para la vacunación y que niños, embarazadas y madres lactantes sean incluidas en las poblaciones a vacunar.
Por parte de la industria, quizás, ya sea capaz de producir una mayor cantidad de vacunas en tiempo y cantidad suficiente y con un costo razonable.
Probablemente otro grupo de nuevas vacunas se sumen a la batalla mundial y ofrezcan innovación y más ventajas de las que ahora se conocen.
Más allá de todas estas y dudas, mientras que el país y el mundo encuentren una respuesta sólida y estructural a la pandemia, lo único que nos queda es no relajar las medidas de prevención a nivel individual, familiar y comunitario.
La ansiedad de vivir debe ser el punto de inspiración para mantener a los bolivianos a salvo y esperar con optimismo que en pocos años esta pesadilla termine y que todos –niños, jóvenes, adultos y adultos mayores– podamos pronto recuperar la libertad, el optimismo y retornemos a la normalidad en busca de prosperar y tener mejores días.
Créditos:
Equipo de redacción y edición: Eduardo Rivero Herrera, Lorena Burgoa Quispe, Gladys Dorado Alanes y Héctor J. Tarqui Gonzales.