Por Guillermo Gómez Rivera
Tengo mucha suerte de haberle conocido a Gilbert Luis R. Centina III por mucho tiempo. Su señor padre tiene raices en Calinog, Iloilo, como mi madre, Lourdes, por lo que somos parientes biológicos. Pero lo bello en todo esto es que también somos parientes en cultura e ideología porque a pesar de nuestras flaquezas humanas es el arte de la poesia y de la escritura que nos hace invencibles, victoriosos y triunfadores por lo tanto, en nuestras respectivas vidas particulares.
"El arte de la poesia y de la escritura que nos hace invencibles, victoriosos y triunfadores por lo tanto, en nuestras respectivas vidas particulares."
Gilbert como un religioso agustino y yo, como un alumno de la Universidad de San Agustín de Iloilo, como otro individuo más que vive con sus raices filipinas que son del visayo indigena y del español ilustrado por los perfumes primaverales que emana de un viejo Sector de Mestizos o El Parian, credenciales qe nos hacen asiáticos e hispánicos a la vez. Y Gilbert vive ahora en España mientras es, a la vez, un ciudadano bien adquirido de Estados Unidos. En fin, todavia queda filipino como siempre.