View Static Version
Loading

Estadio Cuahutémoc, medio siglo del Coloso de Maravillas ALFREDO FERNÁNDEZ

Los 60, años llenos de cambios en la conciencia y de una sociedad que demandaba sus derechos con grandes logros como los franceses y tragedias como la de Tlatelolco.

Fue un 6 de octubre de 1968 cuando los aficionados poblanos estrenaron una verdadera “maravilla” que hacía honor al nombre de la colonia que la alberga; un Coloso que podía arropar hasta 35 mil almas.

Las olimpiadas, el evento deportivo más importante, traería los ojos a la Angelópolis y ello dio pie a la hazaña arquitectónica.

El “padre” del Estadio Azteca y de la Basílica de Guadalupe fue quien proyectara su construcción: el arquitecto mexicano Pedro Ramírez, en el año de 1965.

El Coloso de Maravillas cumplió su cometido abriendo sus puertas con un Puebla vs América del cual la historia prefirió olvidar ya que los visitantes aplastaron a los locales 7 a 1, más el primer encuentro olímpico en la tierra del camote, México – Checoslovaquia que terminó con un marcador empatado a un gol.

Una vez cumplida su primera misión, nuevos desafíos le vinieron a menos de dos años, cuando en el mundial de futbol México 1970 fuera la sede de la selección uruguaya.

Con un 2-0 donde los charrúas derrotaran a los representantes de Israel para después ver los encuentros contra la selección de Italia y Suecia.

Los dioses del futbol de esas épocas bendijeron su cancha, el primero “El Rey Pelé” en el 76.

Después de la renuncia de Colombia a ser la sede de la copa mundial de futbol en el 83, convirtiendo a México en el primer país en organizar una Copa Mundial de FIFA por segunda vez.

Esto requería sorprender de nuevo al mundo con un estadio modernizado y que diera cabida a más espectadores. Fue entonces cuando las rampas en la zona oriente y poniente cambiaron la cara del Cuauhtémoc.

Después de la renuncia de Colombia a ser la sede de la copa mundial de futbol en el 83, convirtiendo a México en el primer país en organizar una Copa Mundial de FIFA por segunda vez.

Esto requería sorprender de nuevo al mundo con un estadio modernizado y que diera cabida a más espectadores. Fue entonces cuando las rampas en la zona oriente y poniente cambiaron la cara del Cuauhtémoc.

Puebla jugó un papel más importante que en el 70, esta vez fue la sede del campeón de España 82: la selección italiana.

El partido de reinauguración hizo pisar al astro argentino, Diego Armando Maradona, frente a 42 mil 648 aficionados, quienes vieron a la siempre atractiva selección de Argentina en contra de combinado tricolor.

Después vinieron años de pocos cambios hasta el 5 de diciembre del 2013, cuando el gobierno del estado anunció la remodelación del estadio Cuauhtémoc, comenzando las obras un año después.

En el partido de reinauguración, el 18 de noviembre de 2015, se recibió la visita del Club Boca Juniors de Argentina.

La capacidad de espectadores era de 42 mil 648 lugares, luego de la remodelación se incrementó a 51 mil 726 (todos sentados). Con esta cifra el estadio Cuauhtémoc supera a la Bombonera de Boca Juniors de Argentina (49mil espectadores – sus cabeceras no tienen asientos).

Imelda Medina

Imelda Medina

Imelda Medina

Imelda Medina

El estadio Cuauhtémoc es el quinto estadio más importante de México:

1-Estadio Azteca – Club América (102.963 espectadores)

2-Olímpico universitario – Pumas UNAM (68.954 espectadores )

3-Jalisco – Atlas (56.168 espectadores)

4-BBVA Bancomer – Monterrey (53.500 espectadores)

5-Cuauhtémoc – Puebla (51.726 espectadores)

Felicidades al Coloso de Maravillas, el estadio Cuahutémoc que abraza, protege y celebra con sus aficionados cada jugada, cada triunfo, que llora también las derrotas; pero que acompaña a gritar con sus 51.726 espectadores con emoción, ese amado grito de pasión desenfrenada encerrada en tres letras GOL.

La obra terminada generó polémica por los gastos excesivos (730 millones de pesos) y por la diferencia de diseño con el proyecto original que proponía utilizar cristal.

“El Chiquihuite” ,como peyorativamente le llamó la afición poblana después de su “manita de gato”, este día cumple medio siglo de ser el centro deportivo por tradición, con un ambiente familiar y una afición fiel a gritar o llorar cada gol que sus redes abrazan; además de degustar las tan poblanas cemitas.

Felicidades al Coloso de Maravillas, el estadio Cuahutémoc que abraza, protege y celebra con sus aficionados cada jugada, cada triunfo, que llora también las derrotas; pero que acompaña a gritar con sus 51.726 espectadores con emoción, ese amado grito de pasión desenfrenada encerrada en tres letras GOL.

Created By
Alfredo Fernández
Appreciate

Credits:

Internet y Síntesis

NextPrevious

Report Abuse

If you feel that this video content violates the Adobe Terms of Use, you may report this content by filling out this quick form.

To report a Copyright Violation, please follow Section 17 in the Terms of Use.