Puntos para la vida Por : michelle gonzález desanti

Fuertes suenan los ruidos que se hacen en el suelo cuando se juega de esa forma. Sobre todo por el hecho de tener que ir rodando rápidamente. El piso lleno de gotas de sudor y algunas veces lágrimas por no poder llegar al objetivo deseado a pesar del esfuerzo a flor de piel.

Una década le ha tomado a Kevin para poder mejorar cada día más en su sueño. Una década que ha estado marcada por momentos en los cuales quiso abandonar todo, pero no lo hizo y es ahí donde denota su incalculable fortaleza y ejemplar superación.

Las oportunidades inmensas que se le han presentado gracias a esta actividad han logrado marcar su vida de una manera única. Desde conocer otros países hasta convivir con nuevas amistades que siempre lo motivan.

Kevin logró entrar a esta práctica gracias a que un grupo de compañeros de trabajo lo invitaron a participar y además de hacerlo, le enseñaron cómo manejar su cuerpo adecuadamente para lograr desarrollar la resistencia necesaria.

“ESTO ES LO QUE ME HACE SENTIR VIVO.”

Este esforzado muchacho lleva 10 de sus 28 años de vida dedicado a su deporte y también a dar talleres y charlas de motivación para muchas personas que quieren aprender más sobre sus grandes esfuerzos y sacrificios.

“Lo que me hace pensar que puedo vivir mi vida al máximo a pesar de mis dificultades y lo que me da ese sentimiento de estar vivo, es esto, por eso es lo que más amo” Declara cuando le pregunté por qué es tan apasionado en lo que hace.

Del dolor a la pasión

Kevin sabe cómo superar enormes obstáculos para poder obtener esa satisfacción única y quiere compartirla con el mundo.

Él no posee piernas y por tanto es doblemente impresionante ver cómo una persona que ha tenido limitaciones físicas, no tiene ninguna limitación mental, de fe ni mucho menos de espíritu luchador.

“Dios siempre me ha ayudado en todo y a Él le pido que me dé la oportunidad de mejorar, porque quiero seguir cada día trabajando más y cumplir mi sueño de ir al extranjero a representar a Costa Rica en mi disciplina”. Comenta.

Quise saber cuál ha sido uno de los más grandes sacrificios que ha tenido que enfrentar y superar para así seguir en el camino de su meta y me contó que un día tuvo que salir de entrenar, rodando su silla de ruedas con los brazos desde San José centro hasta Pavas a altas horas de la noche, pues ya no había buses disponibles.

Sueños

En Costa Rica existe el equipo donde Kevin participa, sin embargo en otros países como España, Argentina, Canadá y Estados Unidos hay selecciones completas de deportistas con estas características que representan de manera internacional a cada uno de sus países.

Según Kevin su sueño es irse a vivir a España para poder jugar de una forma internacional y además compartir con todos su historia, para que cada uno valore más su vida y sus posibilidades, a pesar de todos los obstáculos que tengan.

Este ejemplar deportista desea que en nuestro país se le dé más apoyo a los deportistas que carecen de alguna extremidad o que tienen dificultades de movimiento físico.

Tener esos problemas no es un sinónimo de imposibilidad ni tampoco de incapacidad, ya que la mayoría tienen más capacidad de afrontar sus problemas, que las personas que no tienen ningún impedimento físico.

Por ahora, cada noche la bola que hace 10 años Kevin no podía aguantar con sus manos, rebota entre sus dedos llenándolo de energía y adrenalina, para así acumular cada vez más puntos para la vida.

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