¿Qué es el suicidio romántico?
Este movimiento surgió en algún punto durante los siglos XVIII y XIX. Dicha corriente fue una ola que sacudió a la juventud europea. Las razones principales que daban pie a la muerte voluntaria eran el martirio de los amores no correspondidos y la excesiva sensibilidad de los artistas. Si nos fijamos bien podremos observar que la mayoría de las "victimas" del suicidio son escritores o artistas del Romanticismo.
¿Cómo se dio a conocer?
A pesar de que el suicidio romántico ya era conocido, no fue hasta la publicación de Die Leiden des jungen Werther (Las penas del joven Werther) escrito por el prestigioso autor alemán: Goethe, que adquirió una importante relevancia y se empezó a tratar como tema social y literario. Dicho libro influyó en la manera en la que el suicidio sería tratado por los escritores del Romanticismo en un futuro. Esto ocurrió en concreto en la cultura alemana.
Ejemplos:
Larra:
El 13 de febrero de 1837 cometía suicidio, el escritor español, Mariano José de Larra en Madrid. Esta trágica decisión fue causada porque unos momentos antes acababa de recibir una carta de su amante Dolores Armijo (una mujer casada) comunicándole que había decidido volver a serle fiel a su marido, por lo tanto daba su relación secreta por terminada. Dicha noticia hizo que Larra decidiese ponerle fin a su vida disparándose un tiro en la sien.
Karoline von Günderrode:
Karoline, una famosa escritora alemana, tuvo a la muerte muy presente durante toda su vida. A lo largo de su corta existencia sufrió la pérdida de tres de sus seis hermanos y la de su padre, el cual falleció cuando ella tenía 4 años. Durante su vida a pocos hombres conoció y de todos ellos se enamoró, y todos y cada uno de ellos la rechazaron. En todos ellos buscó la comprensión y el complemento que la vida no le pudo ofrecer.
Cuando conoció al filólogo Creuzer no se podía imaginar cómo acabaría aquello. Creuzer estaba casado y llevaban su romance secreto, las cartas se las escribían en griego para que la mujer de este no los descubriera.
Karoline le dedicaba numerosos poemas, en ellos podemos ver cómo vislumbraba en Eros (el amor) a Tánatos (la muerte)
Oh, tú rojo entrañable, Hasta la muerte, Se parecerá a ti mi amor. No empalidecerá jamás, Hasta la muerte, Oh, rojo encendido, Se parecerá a ti.
Karoline estuvo dispuesta a todo para unirse al hombre en el que había puesto todas sus ilusiones. Así se lo hizo saber en una carta fechada el 18 de agosto de 1805, un mes antes de que se quitara la vida:
Toda mi vida queda dedicada a ti, querido, dulce amigo. En tal entrega, tal amor que nada exige, siempre te voy a pertenecer, para Ti voy a vivir, para Ti voy a morir. Tú también ámame siempre, querido. No dejes que entre nosotros se interponga tiempo alguno o alguna relación. No podría soportar la pérdida de tu amor.
Tristemente Creuzer ya no quiso seguir con la relación le pidió a un mensajero que le comunicara su decisión a Kaoline. El mensaje llegó al alma de su destinataria y provocó una decisión ya largamente meditada. Poco antes de suicidarse, la Günderrode le mandó la siguiente carta junto con un pañuelo manchado de sangre:
Te envío un pañuelo que no te deberá ser de menor importancia que el que Otello obsequió a Desdémona. Desde hace mucho lo he traído en mi corazón para consagrarlo. Me corté el pecho izquierdo justo sobre el corazón y guardé en el pañuelo las gotas de sangre. Mira, así pude herir lo más frágil para ti. Oprímelo contra tus labios, es la sangre de mi corazón.
El 26 de julio de 1806, a orillas del Rin, Karoline von Günderrode se atravesó con una daga el corazón; un día después encontraron su cuerpo flotando en las aguas del río.