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Cristiano, el hombre insaciable

Cinco balones de oro no es casualidad, no para Cristiano Ronaldo, un insaciable de la gloria. Pocos apostaban porque pudiera igualar a Lionel Messi, pero el jugador de Madeira lo logró tras su fenomenal campaña en 2017 en la que consiguió ganar su cuarta Liga de Campeones. El Balón de Oro de este año, se suma a los conseguidos en 2008, 2013, 2014 y 2016.

¿Cómo lo hizo si hasta 2012 Messi ya tenía cuatro y él solo uno? La máquina humana jamás se detuvo, tiene una gran cantidad de gente a su alrededor y desde adentro hablan de un hombre en ocasiones 'exagerado' con el trabajo, con la perfección, con la práctica de una y otra y otra vez en cada ejercicio y con el cuidado que solo los que llegan a ser como él, lo hacen.

Claro, desde los 11 años

Jamás ocultó lo duro que fue para él salir de Madeira, su tierra natal en Portugal. Cuando la escuela del Sporting Club lo ficha tuvo que dejar a su familia a la que veía cada cuatro meses. "Hoy no me imagino yo yendo a dejar a mi hijo a Londres o a París", relata. Cuando tenía 11 años se dio cuenta que era distinto, que su talento estaba por encima de los demás.

"Cuando me doy cuenta de aquello, decido trabajar mucho más duro que ellos", relata. Pero además comenzó a vivir de sus sueños, quería llegar a Inglaterra porque le encantaba la velocidad en la que jugaban. "Le dije a mis compañeros, siendo aún un niño, que iba a ser el mejor jugador del mundo; ellos se rieron", describe en El Espectador.

El hambre que jamás se va

Muchos se preguntan ¿hasta dónde puede ser insaciable Cristiano? Cuando Messi recibió su cuarto Balón de Oro, deslumbrando con el Barcelona, era fácil anticipar su derrota en ese duelo tan especial que dio el fútbol. Pero desde 2012 hasta 2016, en tan solo cuatro años, CR7 logró lo inesperado: ser elegido el mejor del planeta en tres ocasiones casi seguidas.

Messi hoy tiene cinco balones de oro (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015), un fenómeno para el fútbol mundial, pero ya fue igualado por su competidor nato, que amenaza incluso la tiranía que impuso deslumbrando por cuanto reducto le tocó desplegarse. El hambre por gloria llevó a CR7 al Real Madrid un club al que él describió, como a su medida. Ganar o ganar.

La frase que aún retumba

"Cuando pierdo es como si estuviera muriendo de hambre y cuando gano, también, solo que me han dado una migaja de pan". En muchas ocasiones ni él mismo ha sabido explicar tanta ganas de seguir creciendo. "Viene desde adentro, es como si fuera algo que te carcomiera". Frases más que clara que describen a un hombre casi parecido a una máquina.

Su principal meta es ser una leyenda del fútbol y del Real Madrid y hasta hoy lo ha conseguido junto al mismo Messi. Ya se subió al pedestal donde están gigantes como Diego Maradona, Pelé y Johan Cruyff que en su momento han reconocido cómo esta década será recordada por el dominio casi pleno de Cristiano y Messi que han acaparado todo los galardones.

El empate de dos monstruos

Cristiano tiene 5 balones de oro y Lionel Messi, también. Pero no es en lo único que empatan porque ambos han sido cuatro veces botas de oro, un FIFA World Player y han obtenido cuatro Liga de Campeones para sus vitrinas. La primera para CR7 fue vistiendo la camiseta del Manchester United, donde llegó fichado por Sir Alex Ferguson.

Hay quienes dicen que no se pueden ni ver, sobre todo del lado del portugués, que en reiteradas ocasiones ha negado cualquier impasse con el argentino. Eso sí, ha reconocido lo necesario que es Messi para el fútbol y para él, porque así la competencia y la exigencia por ser el mejor, tiene una motivación más. "Es un grandísimo jugador", afirma.

La frase pegada al botín

Cristiano Ronaldo es una marca mundial, es el ídolo de multitudes, es el mejor jugador de la selección de Portugal y también del club más grande del mundo, el Real Madrid. Aspectos no faltan para estar feliz o acomodarse en una zona de confort. Pero se trata de Cristiano, un insaciable que motiva. "El único que tiene derecho a equivocarse, es Cristiano que mete 60 goles por temporada", dijo en su momento el brasileño Marcelo, su compañero.

Pero para encontrar una motivación extra hay un detalle no menor: en la última parte de sus botines Mercurial hay una frase que lo golpea cada vez que va a salir del túnel hacia la cancha: "El sueño del niño". Es para hacerle recuerdo de dónde viene, de lo que soñó y de lo que lo motivó para llegar a ser el mejor. Hoy disfruta su quinto balón de oro. Bestial para un jugador que hasta 2012, daban por perdido en el duelo directo con Lionel Messi.

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Diario EL DEBER
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