Más que gracioso sin saber lo que consistía pero con el simple nombre daban ganas de verlo, entré a al museo y todo parecía aburrido: la gente con cara poco amigable. Había exposiciones como la del racismo, en donde la gente salía con mucho sueño ni daban ganas de entrar, pero todo cambió cuando por fin entré a la primera sala de la exposición de los cholombianos; empezó con unos pósteres de hombres y mujeres con los diseños de ropa. Al ver como tenían su vestimenta con su propio estilo consistía en: hacer una camisa larga añadiéndole bolsillos y cierres, el de las mujeres por lo general eran short con ombligueras en donde llevaban figuras religiosas estampadas. Los cholombianos tienen un estilo único que evolucionó al mezclar la moda hip-hop y chola estadounidense, con elementos tropicales referentes a la cumbia colombiana y elementos religiosos de la cultura mexicana.

Otra sala que en lo personal me llamó mucho la atención fue en donde se exponen cartas de ellos en donde dicen lo mucho que la gente los llega a criticar por su forma de vestir, de bailar, de hablar lo más gracioso es la forma de escribir tiene demasiadas faltas ortográficas, en palabras tan comunes, por ejemplo: “ablan, disen, bestir”, igual habían cartas de amor que no se podían leer por el hecho de la ortografía y la redacción, sé que yo tampoco tengo una gran experiencia en eso de la redacción, pero mejor que ellos sí.

Había una sala donde se podían ver videos de sus bailes, la gente estaba tan divertida que fue en ese momento donde el semblante de todos cambió de esas caras amargadas y cansadas que teníamos a una de alegría y diversión, nadie en la sala podía aguantarse la risa de verlos bailar y los peinados que tenían en donde a la altura de la patilla dejaban crecer el cabello y lo peinaban con demasiado gel para que no se les pudiera mover al momento de bailar y la parte de atrás de la cabeza lo tenían rapado, las mujeres en ese aspecto no eran tan extravagantes sus peinados únicamente consistían en un chongo lo más arriba que lo pudieran tener. En esos videos llevaban carteles en donde decían lo mucho que les gustaba su moda y no les importaba lo que la gente dijera.

Estaba divertida esa exposición, pero llegó el punto en que me desesperé ya me dolían mucho mis pies y tenía un poco de hambre, lo que más quería era que ya se terminaran las salas, pero aún faltaban unas cuantas y creo no era la única así, la gente también tenía una cara cansada la sala que seguía estaba un poco aburrida solo se exhibían los discos de los diferentes cantantes de la música colombiana, pero no explican nada de esa sala.

A las primeras salas les dieron mucha importantacia, su información era interesante y divertida pero eso únicamente fue al inicio; ya casi al terminar la exposición las salas no tenian mucho sentido y no se explicaban bien o en ocasiones simplemente no explicaban nada; una de ellas fue al momento de ver los escapularios que ellos mismos diseñaban, estaban curiosos porque eran bastantes grandes y para ellos entre más grandes eran mucho mejor, los escapularios consistían en tener textos de sus apodos, el nombre de su pareja o de algún familiar, pero al preguntar alguna duda que surgiera los encargados de la sala no sabían responder nada lo único que decían era: puedes checar en internet, y eso era bastante molesto.

Se le rinde tributo a uno de los movimientos urbanos más originales surgidos a nivel mundial, es una subcultura urbana de jóvenes regiomontanos seguidores de la música colombiana. Algo muy curioso fue que una diseñadora de moda inglesa llamada Amanda Watkins realizó la investigación de estos cholombianos. varios medios han escrito trabajos sobre la pasión de Amanda Watkins entre ellos Vice, Gatopardo y Bbc.

Esta moda cholombiana recibió un merecido homenaje a nivel internacional, como uno de los movimientos contemporáneos más originales del mundo.