Julio Verne.
Los Límites de la imaginación
La exposición Julio Verne. Los Límites de la imaginación nos invita a viajar, a recorrer el universo de las obras del autor francés por los ámbitos en las que estas transcurren: tierra, aire, hielo, agua y espacio. Una travesía por su imaginario, pero también por el espíritu de una época de cambio, progreso y esperanza que conoceremos de la mano de personajes históricos que, como auténticos pioneros, se atrevieron a explorar lo que Verne fabuló con ayuda de sus conocimientos y su imaginación. Un viaje donde la frontera entre ficción y realidad, en ocasiones, se difumina hasta desaparecer.
Biografía
Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828 en ciudad francesa de Nantes, en una época en la que esta villa todavía podía presumir de una gran actividad comercial. Su madre Sophie Ayote, se había casado en 1827 con un joven procurador: Pierre Verne. El matrimonio tuvo cuatro hijos, dos niñas y dos niños, de los cuales Julio Verne era el mayor.
Fue educado en el respeto por la palabra escrita y las habilidades oratorias y su padre contagió a toda la familia en el entusiasmo por los descubrimientos científicos de la época. A los ocho años, Julio Verne era un niño amante de las máquinas que soñaba con realizar viajes a lugares desconocidos.
Pero su padre, el abogado Pierre Verne, decidió que su hijo sería también abogado y heredero de su bufete. De nada servirían los argumentos sobre gustos y aficiones marineras del niño Jules, que fue internado a los 9 años con su hermano Paul en el Seminario de Saint- Donatien, donde adquirió una sólida formación pese a su fama de travieso.
Sin embargo, Julio Verne en ningún momento se planteó ser procurador como su padre, aunque tuvo que obedecerle e ir a estudiar Derecho a París, donde se traslada en 1848 (año en el que es elegido Luis Napoleón presidente de la República).
En París está el teatro, la literatura, la ausencia del control paterno y una pequeña asignación mensual para sobrevivir. Sus autores favoritos: Shakespeare, Moupassant, Molière, Dickens… y aunque no los cite, Hoffmann y Poe. Es introducido por sus tíos en algunos salones parisinos y entra en contacto con Alexandre Dumas (padre e hijo) que le ofrecen la posibilidad de cumplir su sueño: ser escritor. Estrena su primera obra de teatro el 12 de junio de 1850 (El envite), con la que logra cierto beneficio económico. Trata entonces de convencer a su padre de que sería un pésimo abogado y que tendría mejores posibilidades como literato. Pierre Verne accede a mantenerle la asignación mensual, convencido de que tarde o temprano, su hijo se dará cuenta de que ha errado el camino. Pero Julio Verne está totalmente convencido de su vocación y trata de ganarse la vida como escritor. En los años siguientes escribe mucho, pero no pasa de pequeñas publicaciones y obras modestas.
En aquellos tiempos Verne ya sabía qué quería escribir, la novela de la ciencia, pero también sabía que le faltaban los conocimientos necesarios: astronomía, geología, química, botánica… A cubrir aquellas lagunas se dedicará durante 10 años que pasará encerrado en la Biblioteca Nacional.
A los 27 años, tras su segunda parálisis facial y sin conseguir sobrevivir como escritor Verne escribe a su madre para que le busque una esposa que apuntale su porvenir. Pero el azar hace que se cruce con la viuda de 26 años Honorine Morel, de buena familia y con dos hijas. Con ella se casará en 1857 y tras el matrimonio decide ponerse a trabajar en la Bolsa de París, gracias a un hermano de Honorine.
Hasta el año 1862, en el que conoció al editor que le iba a lanzar a la fama, Verne estuvo prácticamente ocupado con sus negocios en la Bolsa, dejando muy poco tiempo a la escritura, aunque sin pensar nunca en abandonarla. En 1861 nace su hijo Michael y en 1862 conoce a Jules Hetzel, escritor y editor, que descubrirá y aprovechará el talento de Verne, ofreciéndole trabajar como escritor profesional en su línea editorial infantil y juvenil.
Comienza entonces una larga y densa lista de libros:
- En 1863 entrega a Hetzel la primera novela de la serie "Viajes extraordinarios" “5 semanas en globo”.
- En 1864 se publica “Viaje al centro de la tierra” y en la revista Musèe des Familles se publica “Aventuras del capitán Hatteras”.
- En 1865 se publica “De la tierra a la luna” en dos diarios parisinos.
- En 1867 se publica la primera parte de “Los hijos del Capitán Grant”.
- Entre 1868 y 1869 publica la continuación de “Los hijos del Capitán Grant” y compra su primer barco, el Saint Michel I, donde comienza a escribir “Veinte mil leguas de viaje submarino”.
- En 1870 sale el segundo tomo del título anterior.
- En 1871 comienza a escribir “La vuelta al mundo en ochenta días” y fallece su padre.
- En 1872 se instala en Amiens por deseo de su esposa.
- Entre 1874 y 1875 publica “La isla misteriosa” y comienza “Miguel Strogoff”.
- En 1877 publica "Las Indias negras".
- En 1878-79 escribe “Las tribulaciones de un chino en la china” y “Un capitán de 15 años”.
- En 1886 fallece su editor.
- Y en 1889 publica en un periódico americano “La jornada de un periodista americano en 2889” donde anticipa inventos tales como los robots o la televisión.
En 1901 la vista comienza a fallarle y además estaba cojo y con sus manos castigadas por múltiples calambres. Pero seguía empeñado en continuar escribiendo aunque apenas podía leer lo que redactaba. Cae enfermo mientras escribe su centésimo libro y lo único que pide es poder terminarlo. Afortunadamente no solo termina esta obra, sino que finaliza también su centésimo primer libro, "Un drama en Livonia" y varios más.
Julio Verne escribió prácticamente hasta el día de su muerte, el 24 de marzo de 1905 a causa de una diabetes terminal. Fue enterrado en el cementerio de la Magdalena, en Amiens.
Julio Verne
Los límites de la imaginación
La exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación explora el universo verniano que aparece en sus obras y los distintos ámbitos en los que estas discurren (tierra aire, hielo, agua y espacio) de la mano de algunos personajes contemporáneos que participaron del espíritu aventurero del autor, tales como el aristócrata Luis Salvador de Habsburgo, los aventureros Manuel Iradier o Julio Cervera, el cineasta Orson Welles, la periodista Nellie Bly, el fotógrafo Nadar, el submarinista Boutan, el aviador Santos- Dumont y escritores, astrólogos, compositores, militares…
La exposición se articula en torno a dos grandes áreas: El gabinete de Verne y Los territorios vernianos.
El Gabinete de Verne recibe al visitante con un videomapping de Julio Verne y actúa como distribuidor de los contenidos de la exposición, ordenando conceptual y físicamente los contenidos de la exposición. En esta sección destacan varias joyas bibliográficas como la primera edición mundial de Veinte mil leguas de viaje submarino (1869) que, por circunstancias históricas, fue española. El visitante descubrirá también una serie de ilustraciones de personajes de Verne, desde Phileas Fogg hasta el capitán Hatteras, así como inventos e ingenios presentes en sus novelas. Por último, una instalación audiovisual nos descubre el bestiario que aparece a lo largo de su vasta creación literaria.
Los territorios vernianos son seis grupos temáticos en los que articula la exposición: La tierra conocida y desconocida, Trotamundos, Mobilis in Mobili, Desiertos de hielo, Flotar o volar y Alrededor de la Luna.
La tierra conocida y desconocida
Los viajes extraordinarios de Verne buscaban descubrir toda la Tierra a sus lectores, de ahí el subtítulo de Los mundos conocidos y desconocidos. Verne estaba al tanto de las grandes expediciones de su época, un período en el que el imperialismo conducía a lugares tan lejanos e inexplorados como el interior de África. En este apartado, el visitante se topa con la biblioteca de Verne, una selección de libros que el autor manejaba y consultaba para cartografiar sus novelas. Entre ellos, figuran préstamos de la Biblioteca de Asturias Ramón Pérez de Ayala como "Viaje de circunnavegación de la corbeta Nautilus", edición de 1895, de Fernando Villaamil; “Viaje alrededor del mundo”, edición de 1943, de John Byron, o “Vida y viajes de Cristóbal Colón”, edición de 1851, de Washington Irving.
Otra pieza destacada de la sección es una instalación audiovisual que reproduce y conceptualiza los fenómenos que los protagonistas de Viaje al centro de la Tierra (1864) encontraron en su periplo: la cueva, teatro de sombras, un volcán o el fuego como luz primigenia. Otra proyección audiovisual recreará además las rutas geográficas alrededor de los cinco continentes de las principales novelas de Verne.
Trotamundos
Julio Verne nace en Nantes en 1828 y, 44 años más tarde, escribe "Vuelta al mundo en ochenta días" (1872). En sólo cuatro décadas, se produjo un desarrollo vertiginoso de los medios de transporte, que cambió la concepción del mundo y del tiempo. El desafío imposible de Phileas Fogg de dar la vuelta al mundo se hace posible a mitad del siglo XIX y Verne vuelca en esta novela toda la información disponible sobre el estado mundial de las comunicaciones. Phileas Fogg usa en su periplo todos los transportes existentes en aquella época, desde el trineo o el elefante al paquebote o el tren.
Este apartado es un homenaje a los viajeros y exploradores de mundo y a todos los escenarios que descubrió Fogg en su reto. Más de 30 fotografías de época de la Colección del matrimonio Worswick, una de las más importantes del mundo en manos privadas y conocidos por haber recopilado el legado del fotógrafo norteamericano Walker Evans, recrean todos los lugares recorridos en tiempos de Phileas Fogg. Gran parte de las imágenes fueron tomadas en países exóticos de Oriente Medio y desvelan civilizaciones hoy perdidas como, por ejemplo, la China imperial.
El visitante descubrirá también los territorios de la "Vuelta al mundo en ochenta días" desde la óptica del teatro, ya que muchos escenógrafos y directores recrearon las obras de Verne. Ejemplo de ello son los montajes del musical Around The World, de Orson Welles y Cole Porter, representados en la exposición a través de fotografías inéditas.
La figura del trotamundos está también representada por Nellie Bly, la periodista norteamericana que entre 1889 y 1890 logró dar la vuelta al mundo en 72 días, batió el récord de Phileas Fogg y fue la primera mujer en lograrlo. En su viaje, hizo parada en Amiens y visitó al mismo Verne.
Mobilis in Mobili
La pasión por el mar es sin duda uno de los temas recurrentes en el universo literario de Verne. Aunque varias novelas giran en torno a esta temática, como Los hijos del capitán Grant, es sin lugar a dudas "Veinte mil leguas de viaje submarino" la mejor creación de Verne. En esta obra idea una máquina capaz de fascinar a quien finalmente inventó el primer submarino eléctrico, el marino español Isaac Peral.
Maquetas y carteles de los primeros paquebotes comerciales del siglo XIX, imágenes del Great Eastern, el transatlántico más grande del momento en el que Verne viajó en 1867, o memorabilia de Isaac Peral nos permiten conocer los transportes marítimos de la época. Esta sección se completa con las primeras fotografías submarinas realizadas a más de 50 metros de profundidad por el biólogo Louis Marie Auguste Boutan, la película 20.000 leguas de viaje submarino o piezas del Museo Marítimo de Luanco como una bitácora, un ancla tipo almirantazgo, un catalejo, un sextante, un barómetro o la maqueta del submarino “Nautilus” y la maqueta de aviso “San Simón”.
Desiertos de hielo
En la época de Verne, los polos representaban el límite entre lo conocido y lo desconocido y fascinaban a muchos lectores. Una curiosidad hacia lo ignoto que en la muestra se ejemplifica a través de personajes que acometieron expediciones hasta estas tierras heladas e inhóspitas, que Verne anticipó e imaginó en "La esfinge de los hielos" (1897) o "Las Aventuras del Capitán Hatteras" (1886).
En esta sección se muestran imágenes de expediciones polares, que acabaron en fracaso, como la del sueco S.A. Andrée o la del irlandés Sir Ernest Shackleton, un capitán Hatteras de carne y hueso, que quiso ser el primero en cruzar la Antártida de punta a punta.
Flotar o volar
Esta sección está dedicada a la disyuntiva que se generó en los inicios de la aeronáutica, entre los defensores de los vuelos más ligeros que el aire, representados por los globos y los que apostaban por los más pesados, es decir, los primeros aviones. Es un recorrido por la conquista del aire, a través de personajes como el brasileño Santos Dumont, a quienes muchos consideran el primero en hacer volar un avión en 1906, o el fotógrafo francés Nadar, autor de las primeras fotografías aéreas de la historia y apasionado de la aerostática, que Verne retrató en el díptico "De la Tierra a la Luna" y "Alrededor de la Luna".
La muestra recoge esta polémica entre aeróstatos y aeroplanos a través de diagramas, ilustraciones y grabados de la época de diferentes máquinas voladoras y representa también esta dicotomía a través de historias como la del asturiano, Jesús Fernández Duro, quien en 1909 cruzó por primera vez los Pirineos en globo o el tándem valenciano, Juan Olivert y Gaspar Brunet, alumno y profesor, que hicieron volar el primer aeroplano en España. La Copa de los Pirineos, que hizo de Duro un auténtico héroe, se exhibe también en la sección “Flotar o Volar”.
Alrededor de la Luna
La fascinación por viajar a la Luna, presente en la literatura universal desde el siglo IV a.C., fue un motivo recurrente en la cultura popular del siglo XIX y no podía serlo menos en la obra verniana, representada con las novelas "De la Tierra a la Luna" (1865) y "Alrededor de la Luna" (1870), que calaron profundamente en el imaginario colectivo y hoy en día revelan asombrosas coincidencias con la llegada real del hombre a este satélite en 1969.
Una instalación geodésica muestra veinte formas de viajar a la Luna representadas en la literatura universal, desde los Vedas hindúes hasta La mujer en la Luna de la autora alemana Thea von Harbou, que sería llevada al cine por Fritz Lang. La fiebre lunar queda además recogida a través de una serie de carteles relacionados con la Luna, que representan desde espectáculos de la época a imágenes de películas de George Méliès o las óperas inspiradas en Verne que Jacques Offenbach. También se muestra la pieza creativa documental “Vivir en una bala”, que recrea "De la Tierra a la Luna". Un viaje que Verne imaginó en un proyectil lunar disparado por un cañón.
Colecciones privadas vernianas
La muestra cuenta con la colaboración de prestatarios de ámbito nacional e internacional. Se han cedido joyas procedentes de colecciones particulares como las de Francisco Javier Román Huerta, Diego Quevedo Carmona o el matrimonio norteamericano Worswick. La fundación neozelandesa Antarctic Heritage Trust permite la exhibición de unas fotografías tomadas hace cien años en el continente austral y recuperadas en 2014.
En el ámbito asturiano, la exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación contará con objetos cedidos por las siguientes instituciones: Autoridad Portuaria de Avilés, Biblioteca Ramón Pérez de Ayala, Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro, Hotel Quinta Duro, Museo Marítimo de Luanco y, en Cantabria, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Programa didáctico relacionado
Desde Educa Niemeyer te invitamos a viajar y explorar el universo verniano, con una serie de propuestas y actividades didácticas dirigidas tanto al público escolar como al familiar en general.