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Reporte Escucha Creativa La Ligua, noviembre de 2018

Escuchas Creativas Cecrea

El corazón de Cecrea está en su sistema de participación permanente, pues buscamos que el programa se desarrolle a partir de las visiones, inquietudes e intereses de sus protagonistas. Su metodología principal es la Escucha Creativa, metodología participativa, lúdica y creativa que busca promover una participación activa de los niños, niñas y jóvenes (NNJ), a través de estrategias de consulta que posibilitan una constante retroalimentación de información para la toma de decisiones en cada Cecrea.

Se realiza al finalizar o durante cada ciclo programático. Para ello se invita a los/as NNJ que han participado de los laboratorios en Cecrea para conocer su experiencia, además de proyectar la programación y la vida del Centro. La Escucha Creativa pone de manifiesto el derecho de NNJ a participar y ser escuchados.

En la Tercera Escucha Creativa realizada en La Ligua, se levantaron las inquietudes e intereses de los niños, niñas y jóvenes. Ellos manifestaron sus opiniones y planteamientos por medio de la realización de distintas actividades orientadas a identificar nuevos espacios y actividades a potenciar en Cecrea.

Objetivo de la Escucha

El objetivo de las Escuchas Creativas 2018 es posibilitar la construcción de relatos territoriales a partir de los intereses que movilizan a los niños, niñas y jóvenes; las problemáticas o necesidades que identifican de su territorio; las ideas creativas y proyectos que imaginan para contribuir a la solución de esos problemas; y/o las fortalezas y recursos que identifican, tanto en ellos/as mismos/as como en su territorio.

La Escucha Creativa fue realizada el día sábado 24 de noviembre de 2018, a partir de las 11:00 hrs. en las instalaciones de Cecrea La Ligua. La actividad contó con la asistencia de 17 participantes, de los cuales 12 fueron hombres y 5 mujeres. En cuanto al rango de edad, hubo 9 participantes entre los 7 y 10 años, 6 entre los 11 y 15 años, y 2 entre los 16 y 19 años. Además 1 participante presentaba situación de discapacidad.

¿Qué hicimos?

Para conocer en detalle la metodología utilizada en esta Escucha, puedes descargar la planificación aquí.

Llegada

Los niños, niñas y jóvenes fueron haciendo su llegada e inicio de inscripciones alrededor de las 11:00 hrs. través de un formato de auto inscripción, apoyados por una de la facilitadoras. Se percibía en el ambiente la emoción expresada en la rapidez de los más pequeños para inscribirse y escoger las viñetas según su edad, que posteriormente servirían para dividirse en grupos.

Se invitó a cada participante a escribir en una pizarra cuáles eran sus expectativas para la jornada y a fotografiarse con la pizarra de fondo, con el hashtag #EscuchaCreativaCecrea. Para esto habían materiales disponibles, pudiendo elegir entre tomarse fotos individuales, selfies o en grupo.

A través de esta actividad de inicio se pudo observar que los niños, niñas y jóvenes se apropiaron del espacio, se sentían cómodos, a cada uno se le llamaba por su nombre, jugaban con los materiales, siendo el centro de la atención de lo que estaba sucediendo. Eran los mismos participantes quienes invitaban a los que llegaban a integrarse a la dinámica de la fotografía.

Luego se les propuso una nueva dinámica, la cual consistía en llevar una bombilla en pareja sujetándola cada uno por un lado con un dedo por todo el recinto de Cecrea sin caerse. Se les invitó entonces a jugar, desarrollar comunicaciones en duplas. Los niños, niñas y jóvenes se mostraban motivados a jugar, al terminar debían decir el número de veces que se les había caído la bombilla. Esta actividad resultó muy entretenida, fomentando el mensaje de que todos ganaban, ya que el objetivo era entretenerse.

Se les invitó a repetir la dinámica las veces que quisieran aumentando la dificultad, generando desafíos. Por ejemplo jugar de a 3 jóvenes con 2 bombillas, o aumentar la velocidad.

El ambiente emocional durante ambas dinámicas era mayormente de emoción, dinamismo y entusiasmo. Alrededor de las 11:30 hrs. continuaban llegando nuevos participantes a la Escucha, se observaba que se sentían cómodos en el espacio, todos se desenvolvían con naturalidad y buscando comodidad. En el caso de los jóvenes mayores de 14 años mostraban bastante atención a sus celulares.

A continuación se procedió a la división en 3 grupos, considerando edades similares entre los integrantes de cada uno de ellos. Se inscribieron sus nombres en distintivos de colores y se señalaron a los facilitadores y los observadores que estarían acompañando la Escucha.

Bienvenida

Se les invitó a pasar a la Pichiruca, un espacio que fue creado para que los niños, niñas y jóvenes pudieran disponer de un lugar cómodo, que promueve la interculturalidad con el pueblo originario Mapuche. Es una construcción de madera, que en su interior está dispuesta con pouf de colores y un proyector que permite ver videos y disfrutar de un espacio cómodo.

Allí Elena, encargada de Cecrea les dio la bienvenida, además les explicó de qué se trataba una Escucha y cuál era el propósito de la actividad, cuyo tema era la apropiación del espacio.

Luego se realizó la presentación de 2 videos de contextualización. El primero explicaba qué es la arquitectura y cómo sería el nuevo Cecrea. Durante la observación del video los niños, niñas y jóvenes se mostraban expectantes respecto a los avances, así como a la construcción de otros Cecrea, preguntaron si la arquitecta que aparecía en el video estaría durante la actividad. Les llamaba la atención los diversos espacios de las otras construcciones, como la sala de trenes, reconocieron las imágenes que correspondían a instancias participativas de La Ligua.

El segundo video correspondía a los avances en la construcción. Durante su revisión los participantes expresaron sus apreciaciones al respecto: “sí está súper avanzado”; “yo lo vi el otro día”, entre otras. El ambiente en general era de interés y expectativa, aunque la concentración comenzó a dispersarse al final del segundo video.

Posterior a esta revisión de material audiovisual, se les invitó a soñar cómo dar vida y sentido al nuevo Cecrea. Para esto se dividieron en grupos por colores y se ubicaron en distintas salas en compañía de sus respectivos facilitadores.

Maestranza

Maestranza 1: “Un día en Cecrea”

Una vez que los participantes se encontraron en cada una de las salas dispuestas, se dieron las instrucciones de la primera actividad. La idea era anotar en unos post it qué sensaciones o emociones les provocaban las imágenes colgadas en el cuarto. Éstas correspondían a cuatro visualizaciones de cómo serán cuatro espacios del nuevo edificio Cecrea.

Los participantes no sabían bien qué escribir, pero una vez que los primeros pegaron sus ideas, los demás fueron uniéndose a la actividad. Entre los conceptos que plantearon estaban: curiosidad, crear, magia, comodidad, alegría, misterio, emoción, felicidad, intriga, verde, interculturalidad, amistad.

Se les explicó que las imágenes eran de referencia para que pudieran imaginar cómo sería el nuevo recinto de Cecrea en La Ligua. Ante esto los participantes observaron las imágenes y comenzaron a señalar: “este podría ser un lugar de descanso, los niños se ponen acá descansan, con hamacas o con pufs colgantes” (Maximiliano, 8 años). Por su parte Joaquín (10 años) señalaba que uno de los espacios se le ocurría como “un lugar de almuerzo o manualidades, ya que lo típico de los almuerzo es que son bancas altas, y la mesa me hace ver que es como para manualidades”.

Respecto a otro de los planos, Brandon (8 años) señaló: “la entrada es grande para que entren muchos niños” y Maximiliano (8 años) agregó: “para que pasen muchos niños a la misma vez y para que no tengan que hacer fila”. Haciendo referencia a las expectativas que tienen de una gran afluencia en la nueva instalación.

La siguiente etapa consistía en inventar una historia de forma colectiva sobre el día de un niño, niña o joven en Cecrea. Un niño partió diciendo: “un día me levanto y voy al Cecrea, entro a la sala de ensayos para bailar”, a lo que otro respondió: “pucha, pero a mí no me gusta bailar” así es que no quiso continuar. Otro participante se animó y dijo “luego de bailar hasta cansarme, fui a la sala de música para ensayar guitarra”.

En este momento la historia no fluyó, ya que todos querían ser protagonistas del relato y querían hacer cosas diferentes, por lo que la facilitadora les indicó que mejor pasaran a la siguiente actividad, donde cada uno realizaría un cómic -con una o varias viñetas- donde retrataran su día en Cecrea.

Para esto disponían de lápices, tijeras, papeles blancos y de colores, pegamento, entre otros. Algunos comenzaron a dibujar y otros comentaron que no les gustaba hacerlo, por lo que preferían contar su historia oralmente, lo cual fue aceptado.

Finalmente en ese grupo nadie contó realmente una historia, sino que más bien fueron planteando qué les gustaría tener en el nuevo edificio, dando importancia a espacios para realizar las actividades que a cada uno le interesaban.

Salieron múltiples ideas y comentarios tales como: “me gustaría que hubiera una sala con espejo para ensayar. Cuando me trajeron para acá no me he despegado más, vengo a bailar, bailar y bailar”. Este niño estaba interesado en un espacio donde pudiera ensayar sus bailes y también presentarse con su grupo de covers de K-pop.

Otro joven comentó que le encantaría tener una sala de ensayos, donde pudiera tocar y reventar los parlantes. Por esto proponía tener un lugar privado donde practicar y otro público para presentar lo que produjeran.

Un adolescente agregó que le gustaría que se complementaran los laboratorios, que pudieran grabar una canción, otro laboratorio -como los de arte- se encargaría de hacer una portada, otros de hacer el video, etc. De modo que todos desde sus intereses trabajaran en un proyecto en común.

Un niño mencionó que le gustaría tener una piscina, a lo que se sumó otra niña y agregó que le encantaría jugar a la guerra de bombitas con los demás. Por otra parte, mencionaron que les gustaría seguir teniendo el espacio del consejo para hacer reuniones sin adultos. Explicaron que era una instancia en la que ellos se organizan para hacer actividades y compartir con lo demás jóvenes, por lo que les importa seguir teniéndola, y si pudieran mejorar el espacio con sillas colgantes sería genial.

Asimismo un niño planteó que debiese existir un sistema de préstamo en Cecrea, algo así como una biblioteca pero con más materiales, donde se pudieran inscribir y llevar a la casa instrumentos, libros, videos, materiales, etc. Ya que a veces no les es suficiente el tiempo que tienen para ocuparlos mientras están en el centro. Una joven agregó que deberían extender la edad de las personas que pueden participar en Cecrea, ya que ella tiene muchos amigos a los que les gustaría asistir, pero por tener más de 19 no pueden.

Además se plantearon otras ideas para el nuevo centro como: zonas de cuerda, zona para andar en bici, sala de naturaleza, tobogán, parrón del futuro, sala de ciencia, sala de descanso, aprender intercultural, cama elástica, sala de baile, sala de museo.

En otro de los grupos, se contaron algunas historias respecto a Un día en Cecrea. Una fue narrada por Simón (10 años) quien contó: “es una cosa que quiero que haya en el nuevo Cecrea, sería como una habitación grande y espaciosa con varias cosas así que sean blandas y con un arnés que te cuelgue y puedas saltar encima, tengamos colchonetas” .Se trataba de una sala de movimiento que le gustaría incluir y que consideraba como un espacio donde los niños podrían disfrutar.

Por su parte, Joaquín (10 años) dibujó una historia en la que él estaba “viendo el tren del nuevo Cecrea”, en el cual según él podría ir a una biblioteca. Por su parte, Benjamín (10 años) relató su historia “se trata del nuevo Cecrea, estos tres niños están llegando y él invitó a los demás al nuevo Cecrea y ahí cuando ya están adentro vieron afuera que había un nuevo juego, y salieron y había una piscina y acá voy a ponerle que se tiraron en la piscina”.

Respecto a nuevos laboratorios que les gustaría realizar, plantearon dibujo digital, xilografía, serigrafía. También un joven planteó que sería buena idea tener instrumentos exóticos, así podrían aprender más y también captar el interés de nuevos participantes, tal y como le había ocurrido a él con la música en Cecrea.

Otros participantes plantearon ideas innovadoras para aplicar en Cecrea. Brandon (8 años) mencionó que se podría “buscar a mis profes que están aquí en el Estadio Municipal, porque aquí podemos poner mallas, arco”, considerando un laboratorio de deportes.

Joaquín (10 años) propuso: “usar cinceles, herramientas de madera para hacer juguetes. En la Ligua nadie lo hace, pero es como el arte de la madera, como hacer juguetes de madera y esas cosas”. Simón (10 años) planteó utilizar los dulces de la Ligua para recompensar a los participantes de las actividades en Cecrea.

Para finalizar esta etapa se invitó a los participantes a comer una colación que estaba dispuesta en el patio.

Maestranza 2: Redes Cecrea

En esta etapa se les consultó con quiénes creían que se podría relacionar Cecrea y también de qué forma podrían hacerlo.

Un niño respondió que creía que con el colegio, ya que es lo más importante porque ahí está toda la juventud, entre quienes hay muchos que no saben de la existencia de Cecrea. Piensa que si se hiciera difusión en los establecimientos educativos, se sumarían nuevos interesados.

Además comentó que por lo general los jóvenes que asistían a las actividades de Cecrea lo hacían porque alguien se los había recomendado, a través del “boca a boca”. Otro adolescente planteó que sería bueno relacionarse con la municipalidad, ya que podrían ayudarlos a hacer algún evento masivo, poniendo el terreno y el Cecrea la actividad, de forma que se logren vincular con más personas de la comunidad.

Una joven mencionó que le gustaría que fueran a los colegios, y que realizaran actividades con todos los estudiantes, no como ocurre ahora que van a su colegio y solo se enfocan en los niños menores. Proponía que Cecrea realizara recreos entretenidos, como una forma de invitar a más niños a través de estas actividades.

Otros participantes plantearon vincularse con el museo y realizar exposiciones innovadoras, también acercarse al CESFAM como medio para difundir la existencia del centro.

Asimismo se mencionó la importancia de usar las redes sociales para llegar a más niños, niñas y jóvenes, y que podrían pedirle a personas famosas que divulguen las intervenciones a través de sus cuentas. También podrían aprovechar La Expo Ligua como otra instancia de difusión. También les gustaría trabajar con los scouts de la zona en algo relacionado al medio ambiente.

Benjamín (10 años) sugirió un grupo de computación. Al preguntar con quiénes podrían vincularse para realizar un grupo así, Joaquín (10 años) mencionó “con algunas universidades que sean relacionadas con eso”.

Además, Benjamín añadió: “podríamos hacer un libro, un libro para que se lo pasamos a los demás, para que cada uno pueda leer distintos libros”, a lo que Joaquín respondió “entonces tenemos que buscar a las bibliotecas públicas”.

Maximiliano (8 años) mencionó “podríamos hacer un simulador de ser doctor y así como una realidad virtual para entrenar, la cirugía, los órganos” y Simón (10 años) complementó diciendo: “los doctores, los cirujanos nos podrían enseñar, el hospital”.

Simón (10 años) propuso: “un taller de tecnología en que se pudiera hacer animaciones y grabar videos pero con fotogramas”; Benjamín (10 años) dijo: “como stop motion”. Joaquín (10 años) compartió: “podríamos también programar videojuegos, nos podrían ayudar programadores que están en las universidades”.

Finalmente, Benjamín (10 años) mencionó “podríamos poner unos disfraces para actuar y también bailar, hacer un grupo para hacerlo más seguido”. Al preguntárseles a quién podrían buscar para implementar esa idea, Simón (10 años) respondió: “actores de teatro, de cine" y Joaquín (10 años) sugirió que podrían trabajar con el Teatro Municipal.

Se finalizó este espacio de propuestas, agradeciendo a los participantes por las ideas compartidas. Se reconoce su disposición y entusiasmo en proponer ideas que consideran posibles y que atraerían a más personas a vincularse con Cecrea.

Cierre

Como cierre de la jornada, se invitó a los niños, niñas y jóvenes a escribir en la misma pizarra del inicio, y responder la pregunta ¿con qué te vas de la Escucha?

Algunas respuestas planteadas fueron: “con ilusión y sueño”; “con expectativas de que los talleres colaboren”; “ilusión”; “con calor”, entre otros.

Finalmente se tomó una foto grupal, y se les volvió a agradecer su participación y a recordar la fecha de la devolución de la Escucha. La jornada acabó alrededor de las 13:30 hrs.

Lo que escuchamos y observamos

Para iniciar, los participantes pudieron ver un video respecto del nuevo centro a construir en La Ligua y cómo se pensaban diseñar los espacios y qué actividades se podrían realizar. Luego se invitó a los niños, niñas y jóvenes a plantear sus propuestas sobre cómo debería ser este nuevo recinto y qué actividades se podrían desarrollar en él.

Yo creo que voy a estar todo el día ahí (en el nuevo edificio Cecrea), quiero puro que terminen. (…) a mí me gusta la tranquilidad, con una biblioteca sería feliz (Johana, 15 años).

Esta joven manifestó que estaba impaciente porque terminaran la construcción, debido a que sólo quería conocerla y ocupar sus espacios, donde cree pasará gran parte del día. Sumado a esto, afirma que le gusta el silencio y la tranquilidad, por lo que contar con una biblioteca la haría muy feliz.

A partir de lo planteado es posible notar el gran interés que tienen los participantes por habitar y ser parte de Cecrea. Ellos entienden que este nuevo edificio es una oportunidad de mejorar su experiencia en el centro, lo que los entusiasma, alegra y llena de curiosidad y ganas de ser parte de él. Además da cuenta de que el centro corresponde a un lugar donde se sienten cómodos, acogidos, protegidos y con lo necesario para poder llevar a cabo las actividades que deseen.

El Cecrea es libre, más libre que el colegio, porque la escuela tiene más reglas (Benjamín, 10 años).

Es interesante reconocer la forma en que Benjamín identifica el rol del colegio y de Cecrea, no sólo en la experiencia propia, sino en las dinámicas que se establecen con otros NNJ. De esa forma le cuesta reconocer una posible relación entre los dos espacios, porque piensa que tienen distancias muy marcadas que los hacen incompatibles para establecer un vínculo que pueda representar una experiencia positiva para ellos.

Se podrían complementar los talleres. Podríamos grabar y alguien hace la portada, otros el video (Michael, 17 años).

Este adolescente manifiesta intereses musicales, por lo que estaba interesado en llevar a cabo un proyecto complementario entre los distintos laboratorios que se implementen. Su idea consistía en que su laboratorio podía grabar una canción, los artistas visuales podrían hacer un afiche o portada de ésta, el laboratorio audiovisual se podría encargar del video musical, y así sumar las distintas especializaciones de los participantes del centro. Los demás compañeros respondieron que sería una buena idea, de forma que todos se pudieran involucrar.

Esto da cuenta de las ansias de realizar proyectos en común entre los adolescentes de Cecrea. De esta forma, trabajarían desde sus áreas de interés, pero con un objetivo común que los comprometa a todos.

Podríamos mostrar las exposiciones del museo de modo Cecrea (Maribel, 15 años).

Durante la discusión sobre las redes que podría generar Cecrea y de qué forma vincularse, una joven propone que podrían relacionarse con el museo de La Ligua, y trabajar en conjunto para dar una nueva vida a las exposiciones de este recinto. Su idea es presentar estas muestras de un “modo Cecrea”, es decir contar la misma historia, la misma enseñanza, las mismas temáticas, pero de una forma que ellos -los jóvenes- resolverán.

Esto habla de un interés por involucrarse con otros recintos culturales de la ciudad, que muestren parte de su identidad, pero desde una mirada juvenil. Da cuenta de una afinidad por los espacios tradicionales y sus ansias por hacerse partícipes de éstos, mostrando su cultura local y embarcándose en proyectos de mayor envergadura que vayan más allá de Cecrea.

Joaquín, (10 años) propone “cocina de dulces de la Ligua” con los negocios de la Ligua, y explica su idea: “la actividad de precisamente usar tu creatividad para hacer tu propio dulce de La Ligua”

Se reconoce la relevancia que los participantes, y especialmente Joaquín, le dan a poder identificar los dulces como un recurso que se relaciona con la identidad del lugar y de quienes lo habitan. Solicitan un espacio para poder vincularse desde Cecrea a este tipo de conocimiento local que forma parte de su patrimonio. Además de considerar que los negocios, y las personas que trabajan en ellos, pueden ser un enlace crucial en la nueva instalación de Cecrea.

Yo me convertí en músico acá. Acá me interesé por la música. Así mismo podrían interesarse otros (Michael, 17 años).

Este joven planteó una idea sobre una nueva sala de música. Él propone traer instrumentos exóticos o al menos fuera de los comunes (guitarra, batería y bajo) para que más niños puedan acercarse a la música e incluso descubrir un nuevo interés que los mueva a ser músicos, tal y como le sucedió a él una vez que se unió a Cecrea.

A través de estos relatos se refleja la importancia del centro para los adolescentes, ya que varios de ellos cuentan historias que tratan sobre cómo en Cecrea conocieron sus mayores intereses, los que actualmente los lleva a seguir perfeccionándose. Además, les importa que otros de sus pares tengan las mismas o mejores oportunidades que ellos, proponiendo ideas para que más personas puedan involucrarse y descubrir sus gustos.

En computación podríamos programar robots, universidades de tecnología nos podrían enseñar a hacerlo. (Joaquín, 10 años)

Joaquín es uno de los participantes más activos en la Escucha, además sus aportes están claramente guiados por conocimientos previos de su cotidianidad. En esta medida, sus propuestas son concretas y señaladas con un actor concreto para realizarse, como es el caso de las universidades. Lo cual es crucial en la posibilidad de considerar iniciativas novedosas para un espacio como Cecrea, y al mismo tiempo, evidencia grandes expectativas respecto del espacio de creación al que está vinculado.

Maximiliano (8 años) habló de “escribir un libro pero que los niños digan si está bueno, calificarlo con estrellas” lo cual derivó a recomendar los libros a otros NNJ. Pero Maximiliano aclaró que se refería a “un libro que tú tienes que hacer la portada, las páginas, una construcción del libro” en un laboratorio que les ofreciera las herramientas para construir el libro desde sus ideas y que al compartirlo con otros les dieran retroalimentación.

Una sugerencia como la señalada por Maximiliano refiere a las capacidades y habilidades que reconoce, no sólo en él sino en el resto de sus compañeros/as, por lo que solicita que un espacio como Cecrea sea un lugar que considere ese tipo de capacidades de los NNJ vinculados. Esto representa un desafío para Cecrea, desde concebirse como un espacio con alternativas que se basen en el reconocimiento de estas capacidades, entre ellas construir un libro desde cero. Además, Maximiliano reconoce las posibilidades que hay en que alguien más haga correcciones sobre un producto elaborado por él, lo que concibe también la potencia que existe en el intercambio de ideas con otros NNJ.

(Que los padres y madres puedan) enseñar, como los encargados del taller de cocina, enseñar a hacer cosas (Simón, 10 años).

La idea de Simón es considerar los conocimientos y oficios de sus padres y madres y aprovecharlos en su relación con Cecrea para el desarrollo de nuevos laboratorios.

Me fueron a buscar y desde ahí que no me despegué más

Esta frase fue planteada por un joven, en respuesta a contar cómo se habían acercado a Cecrea. Él comentó que desde que un compañero lo fue a buscar a su casa para que fuera a conocer el Cecrea y que desde ese momento no ha dejado de participar, comenta que eso sucedió hace más de un año y medio, los otros participantes asienten con la cabeza. Su reflexión se condice con cómo se mueven por el espacio, las salas, espacios comunes, entre otros; se observa cómo el espacio físico y simbólico del Cecrea lo sienten propio, que independiente del lugar en donde se encuentre instalado, existe un espacio que es de ellos, del cual quieren seguir participando. En particular durante toda la actividad se observa sus ganas de participar en las diversas instancias, opinar y comentar sus expectativas.

Todos pueden venir al Cecrea

Esta idea se planteó a modo de conclusión de la segunda maestranza, comentando que debiese diversificarse la información. En particular a través de jornadas informativas en los colegios que permitan que puedan dan a conocer los talleres en los que pueden participar. Habla de que es un espacio para todos los que están en el colegio. Se expresa lo inclusivo del espacio, lo necesario de darle más visibilidad y que todos puedan disfrutar de él, de los laboratorios que se generan, que nadie debe sentirse excluido.

Invitaría a mis mejores amigas a imaginar y dejar recuerdo en el Cecrea

Esta frase fue planteada por una niña quien se encuentra muy entusiasmada con su participación en Cecrea, era la primera vez que participaba de una Escucha. Se manifiesta el entusiasmo que le provoca el encontrarse por primera vez con esta experiencia, se observa durante su participación la expectativa sobre la nueva infraestructura que se percibe que es un lugar en el cual se puede estar y divertirse. Así como también es un lugar que espera que los niños y niñas formen parte, marcando una diferencia dejando una huella en el espacio, a lo que se hace referencia con dejar recuerdo. En particular, esta niña venía de otro país y se mostró muy feliz en este espacio que no conocía y que quería dar a comentar a su familia y mejores amigas del colegio.

Conclusiones

En la Escucha de La Ligua fue posible reconocer el entusiasmo y la emoción que despierta en los NNJ la construcción de este nuevo recinto para Cecrea, además del espacio para poder vincular sus propias ideas a la programación del centro. Esto se reafirmó en la escritura en los post it, donde expusieron lo que les evocaban los lugares, emocionalmente, pero también haciendo referencia a la funcionalidad de los espacios que evidenciaban en los planos y en los videos. En las menciones realizadas en las actividades fue clara la relación que establecieron entre el uso de los espacios y las propuestas desde sus propios intereses.

La disposición de los niños, niñas y jóvenes en la participación fue constante en toda la Escucha, aunque hubo momentos en que se dificultaba debido a que no se escuchaban unos a otros, y perdían la concentración. Sin embargo, en la construcción de historia grupal, se vincularon con la actividad y lograron mencionar varios de los espacios y elementos que habían enlazado previamente con las imágenes de los planos.

La primera maestranza reflejó los intereses de cada participante, demostrando la diversidad al interior del grupo. Además éstos hacen notar el rol que ha tenido Cecrea en sus vidas, el cual se aprecia como una instancia de autodescubrimiento de sus intereses, aprender sobre nuevas disciplinas, conocer a otros niños, niñas y jóvenes de la comunidad y formar nuevas amistades. Todo esto surge mientras señalan qué les gustaría que tuviera el nuevo edificio Cecrea y sus razones. Lo cual no sólo responde a una inquietud personal, sino que también lo plantean con el objetivo de que otros de sus pares puedan tener la misma experiencia que ellos al interior del centro.

En cuanto a los espacios que los adolescentes quieren que estén en el nuevo edificio destacan: salas de ensayo de danza, estudios de grabación musical, sala de ensayo de música con variedad de instrumentos, un escenario, áreas verdes para compartir y otras para trabajar sobre temáticas de medio ambiente, una biblioteca o zona de silencio, piscina o juegos de agua, talleres de arte (que incluyen xilografía, serigrafía, pintura), entre otros.

Durante la segunda maestranza, los participantes dieron énfasis a la expansión de Cecrea. Manifiestan que es necesario llegar a más niños, niñas y jóvenes para que éstos se incorporen a las actividades. Para lograrlo proponen diversos métodos de difusión de información a través de la vinculación con distintas instituciones que tengan relación directa con los niños, como los colegios o el CESFAM, de manera que éstos entreguen información sobre el centro a sus usuarios.

Asimismo plantearon sus opiniones respecto a la diferencia en los medios y fines de la educación formal a la no formal, señalando por ejemplo que en Cecrea sentían más libertad para poder expresarse, a diferencia que en sus colegios, donde debían seguir más reglas.

Destacaron de forma relevante su identidad local a partir de un objeto patrimonial: los dulces de La Ligua. Lo plantean como un ejemplo de tradiciones que no se deben perder, por lo que consideran laboratorios que incorporen clases para aprender a elaborarlos.

Por otra parte, proponen actividades masivas que sirvan para relacionarse y compartir con la comunidad de La Ligua a través de lo que puedan hacer si consiguen apoyo de la municipalidad. Plantean ideas de vincularse con agrupaciones con el objetivo de trabajar en conjunto y aprender del otro. Como en el caso de los scouts, quienes tienen conocimiento sobre la naturaleza y el medio ambiente, por lo que podrían aprender de ellos y trabajar juntos en un proyecto que englobe estas temáticas. A su vez, proponen vincularse con el museo de La Ligua, para reproducir las exposiciones de un “modo Cecrea”, trabajando en conjunto para renovar las muestras y así aprender de la cultura local.

Finalmente, la Escucha entrega a los jóvenes la oportunidad de involucrarse en la creación del nuevo recinto Cecrea de la ciudad. Esto tiene gran importancia ya que los reconoce como actores activos en la toma de decisiones relevantes para ellos, haciendo tangible la oportunidad de apropiación del espacio desde los cimientos de este nuevo sector. Oportunidad que los participantes acogieron compartiendo sus sueños, anhelos, intereses, ideas y propuestas.

Desafío Cecrea

Como Cecrea La Ligua, ¿qué haremos con esta información?

Cecrea se quiere hacer cargo de aquello que se levantó en la Escucha Creativa. A través de un proceso de validación y proyección de esta información, denominado “devolución” hemos considerado los diferentes temas, opiniones, anhelos y expectativas de niños y niñas y jóvenes para levantar una programación coherente con sus intereses.

Para presentar nuestros compromisos nos centramos en los siguientes temas:

  • 1. Nunca son escuchados.
  • Desafío: Lograr que los adultos los oigan.
  • Solución: Crear un dispositivo tecnológico emanado de un laboratorio llamado; escuchómetro el que se ubicaría en distintos lugares donde se reúnen los adultos y hacerles preguntas tales como: ¿qué entiendes por escuchar?¿escuchas a NNJ? ¿cómo lo haces?, entre otras que deseen hacer. Con estos insumos, los participantes del laboratorio busquen maneras de resolver la brecha generacional o vayan utilizando esta información para realizar cápsulas audiovisuales breves donde logren despertar una reflexión en adultos. Como segunda alternativa y considerando el escuchómetro como un dispositivo que permite obtener información confiable, es organizar un plan de trabajo que contemple formaciones ciudadanas hacia un público adulto, cuyo principal tema es el respeto y buen trato hacia NNJ de este modo a partir de una convivencia de mutuo respeto intergeneracional, se logra un mundo más amable.
  • 2. Convergencia disciplinar.
  • Desafío: Proyecto que involucre dos o tres laboratorios en la misma dirección.
  • Solución: Conformar, a partir de un proyecto común, una convegencia disciplinar entre dos o tres laboratorios. Presentar la propuesta a NNJ y co-diseñar su implementación, considerando horarios, temáticas, propósitos. Idealmente destinar una segunda sesión para hacer el ejercicio de metodología de convergencia disciplinar.
  • 3. Identificación del dulce de La Ligua como patrimonio culinario.
  • Desafío: Creación de un dulce de La Ligua con menos azúcar y más sano.
  • Solución: Proponer un laboratorio del dulce de la Ligua sano. Conocer su pasado, visitar fábricas de dulces liguanos y desafiar a fabricar dulces sanos, ricos y creativos.
  • 4. Relación con otras redes de la comuna (instituciones públicas, privadas, organizaciones apoderados(as) entre otros.
  • Desafío: Involucrar a otros actores de la comunidad en el Cecrea.
  • Solución: Que cada laboratorio, según su temática, se relacione con una red externa decidida por los NNJ para así vincularnos e irradiar la metodología e invitar a participar a más personas.
  • 5. Sobre uso de los espacios en la nueva infraestructura Cecrea.
  • Desafío: Los NNJ proponen diversas maneras de usar los nuevos espacios del Cecrea (sala de ensayo, biblioteca, sala de baile, etc.).
  • Solución: Presentación lúdica de la infraestructura. Visitas periódicas con distintos grupos de NNJ. Visitas con otros miembros de la comunidad. Contrucción de reglamento de uso de espacios a modo de “Acuerdos de Convivencia”. Laboratorio para HABITAR nuevo Cecrea.

Estamos expectantes del nuevo gran edificio de Cecrea, para ello pensaremos la manera de traer a la comunidad a participar de su apertura con una fiesta o celebración, allanando el camino previamente a través de la coordinación con las instituciones en red de las que participa Cecrea, de los diferentes actores sociales y culturales y sobre todo acercándonos a más NNJ de la provincia.

Credits:

Cecrea

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