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Medellín, hub de Inteligencia Artificial

En la primera revolución industrial, el poder de la máquina de vapor llegó para ampliar la fuerza bruta humana: la producción artesanal migró a una producción en masa, nuevas palabras como "proceso" entraron al diccionario y la manera como funciona la economía mundial cambió para siempre.

Después de pasar por una segunda y tercera revolución industrial, marcadas por el uso de los combustibles fósiles y la creación de los computadores y el internet, respectivamente, hoy nos encontramos en la etapa naciente de la cuarta revolución industrial, una en la que los datos son el insumo principal que le está permitiendo al hombre expandir todavía más sus capacidades de creación; no por nada oímos decir, con tanta frecuencia, que los datos son el petróleo de nuestra generación y, por qué no, de las generaciones futuras.

Son precisamente esos datos los que alimentan la Inteligencia Artificial (IA) y le ayudan a los algoritmos a aprender y a refinarse, para luego ser usados en implementaciones como reconocimiento de voz y de imágenes, automatización de procesos, Internet de las Cosas (Iot) y Realidad Aumentada, entre otras.

Medellín, como ciudad del conocimiento, reconoció la importancia de asumir una posición activa en esta revolución, y para eso creó Digital Americas Pipeline Initiative (DAPI), el Centro de Excelencia en IA que entrenará el talento local para desarrollar soluciones de Inteligencia Artificial y Automatización Robótica de Procesos (RPA) para empresas que las están demandando alrededor del mundo.

Pero la iniciativa no se queda ahí: a medida que tengamos expertos en la ciudad, vamos a poder poner esas capacidades al servicio de las empresas locales, para que todos los sectores de la economía se beneficien del poder competitivo que significa implementar este tipo de soluciones a los diferentes procesos de las cadenas productivas.

A este capítulo le llamamos “Medellín, hub mundial de Inteligencia Artificial”. Bienvenidos al presente.

Así vivimos el lanzamiento de DAPI, el Centro de Excelencia en IA de Medellín

¿Cómo empezar a implementar IA y RPA en mi empresa?

1. Crea un Centro de Excelencia al interior de la empresa que será el encargado de analizar qué aplicaciones y en qué áreas es posible implementar estas tecnologías. Como todo cambio en el status quo, este equipo se enfrentará a resistencia al cambio y limitaciones técnicas en cada departamento. No te des por vencido.

2. Contrata a tus programadores y diseñadores y adquiere las licencias necesarias para los desarrollos. Aquí es importante tener un poder de convencimiento suficiente para que tu CEO y Junta Directiva tengan la visión de saber que por cada millón de dólares que se van a gastar, tendrán un retorno multiplicado exponencialmente.

3. Utiliza Design Thinking para estructurar tus proyectos de IA y automatización. Esto significa que en vez de tener un caso de negocio como punto de partida, vas a empezar pensando en cómo mejorar la experiencia de tus clientes. Analiza y desglosa tu experiencia de usuario (Ux), detecta los puntos críticos y dale libertad a tu Centro de Excelencia para ver cómo la Inteligencia Artificial, desde todas sus diversas aplicaciones, puede darle mayor valor agregado a tu cliente.

Hoy se estima que la Inteligencia Artificial genera 4.000 millones de dólares de utilidad para las empresas que la implementan. Para 2025, se espera que la cifra ascenderá a los 60.000 millones de dólares.

Los ‘mandamientos’ de los robots: de la ficción a la realidad

Mucho antes de que pudiéramos siquiera acercarnos a desarrollar robots que pueden mantener conversaciones con humanos, moverse con soltura o, incluso, verse muy parecidos a nosotros, Isaac Asimov, reconocido escritor de ciencia ficción, ya estaba escribiendo un código moral para ellos.

En su cuento El círculo vicioso, escrito en 1941 y que se ambienta en una misión de dos astronautas y un robot en Mercurio, el autor describe las tres Leyes de la Robótica, que se constituyen como reglas para que los robots regulen su comportamiento, anticipando un temor que ha servido de tema al cine y la literatura desde entonces: que los robots se vuelvan contra nosotros.

Estas leyes, a las que después el mismo Asimov añadió una cuarta (la Ley Cero) y complejizó en su libro Yo, Robot, se vieron reflejadas en toda su obra y en los posteriores relatos de ciencia ficción. Son, por decirlo de alguna manera, los ‘mandamientos’ que deben seguir los robots para regular su comportamiento. De incumplirlos, podrían ‘morir’.

Si en algún momento empezamos a vivir lo que Julio Verne soñó y escribió -submarinos, viajes en globo, la llegada del hombre a la luna- hoy, sin duda, estamos viviendo lo que Isaac Asimov imaginó para el futuro de los robots en su obra literaria.

Tanto, que comunidades como la Unión Europea se han basado en sus Leyes de la Robótica (que por haber nacido en el terreno de la ciencia ficción no necesariamente deben quedarse ahí) para crear una regulación a la robótica en sus países.

Algunos de los puntos que proponen son crear un registro único mundial de robots, asegurar que lo robots sean siempre para complementar la actividad humana y no sustituirla, apoyar a empresas que utilicen robots en sus actividades y proteger a la humanidad de las violaciones de la privacidad hechas por un robot, entre otros.

Esta resolución, que salió en 2017, inicia reconociendo lo que ya sabemos y estamos logrando con cada vez más maestría: que “desde el monstruo de Frankenstein creado por Mary Shelley al mito clásico de Pigmalión, pasando por el Golem de Praga o el robot de Karel Čapek —que fue quien acuñó el término—, los seres humanos han fantaseado siempre con la posibilidad de construir máquinas inteligentes, sobre todo androides con características humanas”.

Caso de éxito: la Inteligencia Artificial en Bancolombia

La innovación no ocurre en el aislamiento, ocurre cuando se trabaja en equipo; eso lo tiene claro el Grupo Bancolombia. Cuando decidieron crear el Centro de Competencias de Inteligencia Artificial, además de trabajar con aliados como IBM y Microsoft, identificó dos oportunidades clave al implementar estas tecnologías:

· Mejorar la experiencia de usuario del cliente (entender sus necesidades para no hacer macro segmentaciones sino llegar con soluciones uno a uno).

· Generar eficiencias en los procesos internos (para potenciar las capacidades de sus colaboradores).

Este Centro de Competencias de Inteligencia Artificial, que integra tres públicos clave (equipo interno, aliados y universidades) se dedicará a investigar y probar la aplicación de capacidades de IA como Natural Language Processing, Emotion Recognition, y Computer Vision (Procesamiento Lenguaje Natural, Reconocimiento de Emociones y Visión artificial), para simplificar y agilizar soluciones financieras de los clientes del banco.

Los resultados

Tabot es el primer asistente virtual con inteligencia artificial en el país que está disponible en Facebook Messenger. Se trata de un asistente virtual con inteligencia artificial de IBM Watson y soportado con el talento humano de Cognitiva y del banco, está entrenado en modelos de conocimiento que le permiten interactuar con los usuarios.

Created By
Ruta N
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Credits:

Created with images by geralt - "binary binary system data"

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