"En las buenas y las malas"

Michel Zelada, subjefe de Redacción, considera que trabajar en este matutino es un "gran orgullo". Lo dice con mucha seguridad y satisfacción, mientras se pone cómodo para una corta charla sobre su experiencia, de alrededor de dos décadas, en este medio.

En estos 20 años son varias las coberturas que recuerda, por ejemplo lo que pasó entre el 2004 o 2005, en el Festival de teatro Peter Travesí

"Fui a hacer una reseña de una de las obras y de pronto apareció una rata en el escenario (…) la historia de la noticia cambió, no era la obra, sino la rata", expresa entre risas y cuenta que aún recuerda a las expresiones de las personas que asistieron esa noche.

De repente se pone serio. En otra cobertura, dice, aparecí en medio de dos cadáveres en la morgue. "Era el del asesino y de la víctima".

Zelada pasó también por la sección de Cultura, donde estuvo alrededor de 10 años. "Entrevisté a grandes escritores como Vargas Llosa, Jorge Luis Volpi", cuenta con gesto de satisfacción.

El periodista destaca la compresión, el apoyo y amplitud de la familia Canelas. "Pasamos épocas difíciles, hemos acompañado a la empresa y recíprocamente la empresa nos acompañó", concluye.

"Mi sueño"

Para Jenny Cartagena, coordinadora de Suplementos, ser parte de este matutino no solo es un orgullo, sino un privilegio y una satisfacción.

"Los Tiempos fue mi sueño. Una vez que terminé de estudiar, mi anhelo era ser parte de este periódico", expresa la profesional que este año cumplió 26 años de trabajo en este medio.

Entre las coberturas que más le impactaron, tanto emocional como profesionalmente, está la toma y quema de la Dirección General de la Coca en Sacaba.

"Era un escenario impactante, todo ardía", recuerda todavía asombrada del hecho que tuvo lugar en 2002, cuando estuvieron en medio de los enfrentamientos que duraron tres días.

"Era un campo de batalla (…) los gases venían de un lado y del otro las dinamitas", cuenta como si los hechos hubieran sido ayer.

Durante esa cobertura la profesional fue además parte del rescate de dos efectivos, cuyos cuerpos fueron abandonados en un río. "Estaban semidesnudos con signos de torturas, tenían sogas en el cuello porque los habían arrastrado. No podíamos hacer nada. Nos tocaba ser fríos y cubrir lo que estaba pasando", expresa la periodista que hizo su paso también por secciones como País y Metropolitana.

"Un cariño y amor muy especial", es el sentimiento que tiene Christian Burgos por el matutino, donde llegó como practicante y se quedó. En la actualidad, forma parte del equipo de Los Tiempos Digital.

"Fue mi primer trabajo oficial. Los Tiempos para mí fue una escuela. Aprendí el 80 por ciento de lo que es hacer periodismo digital, aprecio a mis compañeros de trabajo", expresa con entusiasmo, y aunque dice que ser periodista no es fácil, considera que este matutino es su segundo hogar.

Para el joven periodista, una de las coberturas que más le impactaron fue el conflicto de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), a principios de 2015, cuando el estudiante Jhon Copaga resultó herido con una granada de gas en la cabeza que le provocó la muerte cerebral.

"Estuve de principio a fin, estuve en las gasificaciones, en el accidente de Copaga, he sido una a de las personas que lo ayudó y trasladó a la clínica", recordó como si el hecho hubiera pasado hace solo unos días.

"Familia"

"Cuando iba a la universidad y pasaba en micro por Los Tiempos decía que un día llegaría a trabajar aquí", expresa Fernando Avendaño, un periodista que comenzó a trabajar en este medio de comunicación cuando aún era estudiante.

Para el profesional que es parte de este matutino desde hace 22 años, “es un gran orgullo integrar esta familia".

Durante las más de dos décadas que trabaja fue testigo de cientos de acontecimientos, pero recuerda uno que le impactó, se trata del conflicto entre cocaleros y comunarios yuracarés, en 2008, por la invasión de los productores de hoja de coca a tierras indígenas. Ambos bandos se enfrentaron en la región noreste del territorio comunitario de origen (TCO), entre amenazas de guerra con dinamita y flechas.

"Caminamos todo un día hasta la zona del conflicto. Pasamos por zonas inundadizas y pantanosas. Habían sectores donde el agua estaba hasta el cuello", cuenta Avendaño de la cobertura, la cual es solo una de las tantas memorables desde que llegó, en marzo de 1997.

"Escuela del buen periodismo"

Para July Rojas, macroeditora de País y Mundo, Los Tiempos además de su gran trayectoria, es un espacio donde se aprende a hacer un buen periodismo.

"Aquí me formé prácticamente. Aprendí a ser una buena periodista y a hacer un buen periodismo (…) Es un orgullo pertenecer a este periódico", complementa la profesional que lleva adelante una de las secciones más dinámicas del matutino.

Entre las coberturas que más le impactaron, cuenta, fue la de un operativo antinarcótico en el Territorio Isiboro Sécure (Tipnis). Se trataba de un campamento gigantesco, montado en medio del bosque, y la travesía de llegar hasta ahí.

"Fue increíble ver toda esa logística que se desplegó, que no lo hicieron en semanas, sino en años (…) tuvimos que pasar por pantanos", agrega. Seguido de un silencio, retoma la charla todavía asombrada de la cobertura que realizó meses después de llegar a Los Tiempos.

"Tenían todo distribuido, había incluso un lugar para bailar con mujeres. Tenían lavadoras, refrigeradoras en el Tipnis donde no había nada, funcionaban en base a motores y hecho sobre el pantano".