Mis hermanas y hermanos en la misión,
Mayo es un mes muy especial para los estudiantes de Compañerismo Estudiantil por el remolino de sentimientos que llegan a sus vidas. Para quienes llevan trabajando desde enero, las cosas comienzan a ponerse cansadas y pesadas.
Algunos arrancaron con su estudio bíblico lleno de amigos, participaron en las actividades mensuales, fueron a visitar otros grupos, y hasta buscaron comenzar en escuelas donde no había.
Otros también arrancaron con su estudio bíblico, no estaba lleno de amigos, pero hubo dos o tres fieles compañeros que, cada semana, fueron con la esperanza de encontrarse con Jesús en las escrituras.
Incluso, hubo otros que nunca pudieron empezar su estudio, cada que ponían lugar y hora, sus amigos cancelaban con excusas válidas, y aunque seguían intentando, nunca lograron que uno o dos chicos fueran constantes.
Pero ellos no son los únicos estudiantes, hay unos pocos que a penas se encontraron con Compa durante el Campamento Regional. Para ellos, la perspectiva de comenzar a reunirse para leer la Biblia en su escuela es emocionante, pero deben enfrentarse al poco tiempo que les queda de clase.
Ellos son quienes deben vencer las dudas que los estuvieron molestando todo el camino de regreso a casa, después de haber experimentado la cálida comunidad que los abrazó y animó durante unos días.
Para nosotros que tenemos el privilegio incomparable de acompañarlos, el reto es animar a quienes se les acaba el combustible, animar a los que dudan si vale la pena empezar, y al mismo tiempo, animarnos a nosotros mismos que sentimos que se nos escapa el semestre y queremos hacer todavía tanto más.
Aunque suena difícil, los milagros suceden.
Vemos estudiantes poner su grupo de estudio bíblico a sabiendas de que posiblemente nadie vaya.
Vemos estudiantes que nos dijeron sentirse sin fruto, multiplicar el número de estudios Bíblicos en sus escuelas al invitar a sus amigos.
Vemos estudiantes que pensaban no ir al campamento por miedo a no lograr el semestre, obtener premios y reconocimientos por su desempeño en el cierre del semestre.
Vemos a Jesús, caminando incansable entre los salones de las universidades.
Acompáñame a orar por:
- Mi boda que se acerca veloz
- Mi proceso de transición de voluntario a obrero
- El levantamiento de mis fondos para el ministerio
- Los estudiantes que viajan al EdoMex para su Encuentro de Formación de Líderes
- El equipo local de obreros y sus finanzas
- Los estudiantes que se atreverán a estudiar la Biblia con sus compañeros el próximo semestre y que aún no conocemos
Agradezco a Dios por:
- Mi familia, que ha sido una fuente inagotable de aprendizaje y apoyo
- Mis estudiantes, que me han enseñado cómo se hace la misión en la universidad
- Mi prometida, que camina conmigo en esta travesía de la mision
- René Menchaca, Mary Olguín, y el resto del equipo de obreros Regional, que me han enseñado y animado tanto durante este año de voluntariado
- Las personas que se han comprometido a apoyarme económicamente en mi ministerio con Compa