Para ser compañeros de camino al estilo de Jesús, necesitamos la cercanía a los pobres. Nuestra misión sigue siendo el servicio de la fe y la promoción de la justicia. Hoy en día, estamos especialmente llamados a luchar por un camino que promueva la justicia social y la reconciliación, por una cultura de hospitalidad para todos los que han sido desplazados forzadamente, por la promoción de una cultura de salvaguarda de todas las personas vulnerables.
1. Al comenzar mi oración, pido la Gracia: de estar más cerca de los pobres, los marginados, las víctimas de los abusos.
2. Me comparo con la identificación de Jesús con los marginados.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. (Mt 25: 37-40)
3. Me dejo desafiar por las exigencias de la segunda PAU.
“Es Él, el Señor encarnado, crucificado y resucitado, que nos muestra sus heridas y nos invita a unirnos a Él en la búsqueda de la justicia; a dirigirnos hacia nuevas fronteras, acompañando a aquellos a los que la sociedad ha descartado; anunciando la Buena Noticia a todas las personas para que puedan ser transformadas por el amor de nuestro Dios. Nuestros corazones endurecidos también van cambiando día a día, llenándose de misericordia y compasión.”
“Enviados como compañeros en una misión de reconciliación y justicia, nos proponemos caminar con las personas y comunidades vulnerables, excluidas, marginadas, humanamente empobrecidas, las víctimas de los abusos de poder, conciencia o sexual; con los descartados de este mundo; con todos aquellos que la tradición bíblica conoce como los pobres de la tierra, a cuyo grito responde el Señor con su encarnación liberadora.”
- ¿Cuál ha sido mi experiencia de cercanía a los pobres y marginados y qué es lo que aprendí de ella? ¿Cómo puedo lograr que esta cercanía sea más efectiva y fructífera?
- ¿De qué manera experimento mi apostolado como misión de justicia y reconciliación?
Considero estas preguntas y hablo de ellas con el Señor.
4. Después de mi oración, releo la sección B de la carta del P. General, Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia (pp. 3-4).