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De la euforia al pánico del jueves negro.

Dedicamos este curso 2020 a un periodo histórico entre la 1ª guerra mundial y la crisis de 1929. Una época turbulenta, elegante y transgresora en todos los sentidos. París se ha convertido en la capital de la “décade de l’ilusion”, y se respira un clima cosmopolita creado por artistas, arquitectos, ilustradores, diseñadores, fotógrafos, franceses o llegados de distintas partes de Europa o América. Una década marcada por distintos estilos: expresionismos, surrealismo, vuelta al orden o el “Art Decó”, movimiento Internacional, moderno y decorativo, propiciado por la Exposición de París de 1925. En este curso retrataremos a los protagonistas de este clima de euforia que desde París se contagia a Europa, y su desarrollo en América que terminará con la crisis económica y las dictaduras para dar paso en los años treinta a llamada “The Devil’s Decade”

André Breton

El clima del surrealismo en París.

En la “Ciudad de la luz” se congregaron artistas de todo el mundo y en la primera década se crearon nuevos lenguajes: Cubismo, futurismo, Orfismo y la abstracción. En 1924 se inicia el movimiento surrealista con el manifiesto de André Breton. Se centra en París y siguiendo a Freud, escritores y artistas reflejan en su obra los el mundo del subconsciente: una nueva visión, espacios oníricos, perspectivas fantásticas, maniquíes, sorpresas y desconciertos, la naturaleza orgánica, sombras y fantasmas.

Alicia en el País de las maravillas: mujeres surrealistas.

Creadoras, diseñadoras, transgresoras que compartieron los placeres y sentimientos, muchas rompieron con sus países de origen, sus familias, convencionalismos sociales y tomaron la opción de la libertad: buscando su identidad, experiencias personales, el mundo de los juegos, y una “belleza convulsiva”.

Lo ancestral y lo vivo, viajes míticos, magas-artistas, explorando con la fotografía y eros y tánatos.

Olga Khokhlova (1891– 1955).

La bailarina rusa que entro en la compañía de Serguéi Diághilev en 1911, se casó con Picasso en París en 1918 y tuvieron un hijo, Paulo. En la década de los años 20, en el origen del surrealismo, veremos cómo influyó su figura en la vida y trayectoria artística de Picasso.

Rousseau, el encanto de lo primitivo y su influencia en la modernidad: la vuelta al orden y la Nueva objetividad.

Rousseau el aduanero, es un pintor autodidacta con un estilo que se mueve entre lo real y lo onírico, un pintor inclasificable que tras su muerte en 1910 se convirtió en un mito de la moderno para distintos movimientos de los años 20.

Tradición y revolución en la obra de Chagall.

Un pintor errante que abandona Vitebsk y se traslada a Moscú. Pero ajeno al mundo revolucionario porque su obra no tenía que ver ni con Marx ni con Lenin, y sólo quería ver el mundo a su manera, se sintió incomprendido por la Rusia Imperial y revolucionaria, por lo que decide marcharse en 1923 tras escribir en “Mi vida” estas palabras “Quizá me ame Europa, y junto con ella mi Rusia”.

La colonia de artistas rusos en el París de los años 20.

Un amplio grupo de artistas nacidos y formados en Rusia que se congregaron en París. Muchos de ellos, además de Chagall, eran de religión judía pero defendieron el lenguaje figurativo para su arte sintetizando las características rusas, judías y europeas. En este circulo destacan grandes figuras que vivieron en la Ruche (La colmena de las Artes): David Shterenberg, Iosif Shkolnik, Lisitski, Arjipenko, Pevsner, Soutine, Naum Gago, Sonia Delaunay…

Mirada vanguardista al arte africano.

La obra de los artistas africanos se debió a la valoración que los pintores y escultores hicieron de ellas. Gracias al cubismo las piezas africanas inundaron las galerías de coleccionistas y expertos. Tras el rechazo de las tendencias impresionistas y futuristas de la escultura, el arte africano se convirtió en el principal tema de investigación de los artistas que trataton de sustituir la “ visión pictórica” por la “visión plástica”. Trataremos de numerosos artistas de esta época que se inspiraron en la escultura negra.

Louise Brooks

Louise Brooks. La flapper que vino de América.

El rostro de James Dean evoca automáticamente en nuestro imaginario los años 50 del pasado siglo y el establecimiento de una sociedad del espectáculo que necesitaba iconos. Sólo rodó tres películas antes de morir prematuramente, pero se convirtió en un símbolo. Los años veinte son la imagen de Louise Brooks, actriz norteamericana de carrera discreta que brilló en la Europa de las vanguardias gracias al magnetismo que irradiaba en las inolvidables películas que rodó con G.W. Pabst. Sus ojos mirando a cámara todavía simbolizan el misterio de una época.

Man Ray. Corriendo de espaldas, nadando en vertical.

Man Ray

Traspasar los objetos y subvertir la realidad era la ocupación preferida de Emmanuel Radnitzky, alias Man Ray, mientras deambulaba por los movimientos artísticos de principios del siglo XX. Escultor, diseñador, fotógrafo... realizó una serie de retratos de sus compañeros de viaje Duchamp, Miró, Picasso, Dalí, Buñuel... en los que todavía hoy se abre la incógnita entre el individuo y el artista. Miradas desde un pasado al que le quedaba sufrir el horror de la guerra venidera.

Fritz Lang. Pasado sombrío, futuro gris.

Fritz Lang

La mayor expresión cinematográfica de los años veinte se esconde tras la mirada inteligente y burlona de Fritz Lang, precursor de la ciencia ficción, del cine de espías y adaptador sui generis de las sagas escandinavas de dioses y héroes. Empleó los recursos de las corrientes vanguardistas de la época, desde el expresionismo y el modernismo hasta el realismo. Antes de huir a Estados Unidos, retrató la convulsa y amedrentada sociedad que alumbró al nazismo en la brutal M, el vampiro de Düsseldorf, pero ya nos lo venía contando desde mucho antes...

Al Hollywood madrileño. Vanguardias perdidas, sueños estrellados.

Nemesio Manuel Sobrevila, 1927.

El cine de Nemesio M. Sobrevila, arquitecto metido a cineasta, transita entre la necesidad de huir de los tópicos de la españolada y el recelo hacia las vanguardias europeas, especialmente el cine- verdad de Vertov y el expresionismo alemán. El cine de Sobrevila es tan atípico e insólito como su autor, capaz de estrellar en un barranco oscense su propio vehículo para una escena de su película Al Hollywood madrileño.

L´inhumaine. Visionarios y nómadas en París.

El impresionista Marcel L´Herbier fue pintándose en el Paris de los años 20 con las capas de René Clair y Man Ray, se asomó al futurismo y soñó en celuloide las fantasmagorías de Gaston Leroux, convirtiéndose en uno de los cineastas más fascinantes de todos los tiempos. Cavalcanti el brasileño que viajó junto a Grierson por los terrenos del documental y nos aterró en la muy british Al morir la noche, fue uno de sus primeros compañeros de viaje. L´inhumaine, su película de 1924, nos devuelve el momento irrepetible en un bucle que no cesa desde entonces.

Fortunato Depero. El futuro quedó atrás.

El eco de la canzone rumorista del futurista Depero evoca inteligencia, divertimento y cierto enigma, como los movimientos interminables de las figuras de Giacomo Balla o los fotogramas de Bragaglia. Junto a ese eco, el final del futurismo llegó con el sonido de botas militares y gritos en la plaza.

La Bauhaus

El racionalismo en los años 20.

Los años 20 son un período muy interesante desde el punto de vista arquitectónico. Veremos como está época de gran libertad creativa, da origen a escuelas que tratarán de configurar una arquitectura donde la función era fundamental. El constructivismo ruso, la escuela de la Bauhaus, la arquitectura futurista en Italia o el movimiento De Stijl, fueron la base de lo que se vino a llamar el Estilo internacional, que cambiaría la forma de construir en las décadas posteriores. La mayor parte de estas escuelas ven truncado su desarrollo por el auge de los estados totalitarios, fascistas o comunistas, que limitaron radicalmente la libertad creativa, de forma que el racionalismo que se hizo a partir de ese momento perdió gran parte de su esencia.

El art decó.

La Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas en parís en 1925 mostró al mundo un nuevo lenguaje compositivo que influyó sobre las artes decorativas y visuales a lo largo de todo el mundo. Las composiciones se geometrizaron, los volúmenes se escalonaron y se creó un estilo que reinterpretó y fusionó influencias tan dispares como la arquitectura egipcia y el constructivismo ruso. Veremos el nacimiento y la decadencia de lo que probablemente pueda considerarse el paradigma de estilo arquitectónico de los años 20.

Las vanguardias en la Villa Noailles.

La residencia del vizconde de Noailles y su esposa construida en 1923 en una pequeña localidad llamada Hyères en la costa azul francesa se convirtió en el epicentro artístico de los artistas mas vanguardistas del momento. La vivienda de arquitectura racionalista proyectada por Mallet Stevens, se concibió como una “obra de arte total”, donde cada rincón de la vivienda tenía una obra de arte, jardines de Guevrekian, de los hermanos Vera o del propio Mallet Stevens; esculturas de Giacometti o de Lipchitz, mobiliario de Djo-Bourgeois y un larguisimo etcétera. Haremos un recorrido por la villa desde su creación hasta 1929, momento en el cual Man Ray grabó su primera película “Les Mystères du château du dé”.

Constantin Brancusi. Musa dormida,1910.

Mujeres en la escultura.

La escultura a partir de ahora se plantea con la capacidad de enfrentarse con el espacio, lo que permite al espectador captar a la vez las partes separadas de un objeto visual que se presenten simultáneamente. Al concepto de espaciliadad se une lo característico del lenguaje plástico que es corpóreo, sensual, matérico y táctil. En las obras de estas escultoras que trataremos, Adeline Kent, María Marns o Helen Phillips, se contempla una experiencia personal de autodescubrimiento, que permiten expresar esas constantes del surrealismo como el deseo, la emoción, el movimiento, lo inconsciente y el sueño, el erotismo, la violencia, e incluso el azar.

El universo artístico Jean Arp (1887- 1966).

Fundador del dada y miembro del grupo surrealista encontró en este movimiento las bases que definieron su estilo: Automatismos y Azar, Metamorfosis, formas lúdicas y formas puras que se generan según las «leyes del azar». En su búsqueda de lo elemental y lo espontáneo, la escultura se transforma como lo hace la naturaleza, siguiendo sus ritmos y modelo orgánico. Trataremos de su evolución, desde el collage a las obras biomorficas con distintos materiales que tanto influyeron en la escultura moderna.

El existencialismo de Alberto Giacometti.

Influido por Brancusi se alejó del naturalismo y de la mano de Breton se adhirió al surrealismo del que pronto se apartará. Sintetizando las vanguardias se mueve entre la abstracción y la figuración. Sus delgados caminantes en espacios vacíos, sus descarnados animales, las jaulas y marcos que encierran sus figuras son un dramático reflejo de la soledad y fragilidad del hombre de su tiempo.

Gaseados. John Singer Sargent, 1919

¿Los felices años 20?

La guerra que no acabó con todas las guerras. Terminada la Primera Guerra Mundial, los estadistas y sus pueblos se enfrentaron a un panorama que no había contemplado la propaganda oficial. Una marea de guerras civiles, golpes y revoluciones que demostraba que el espíritu de la "guerra total" había penetrado en las mentes de los antiguos combatientes y moldeaba su forma de ver el mundo.

La gran mesa de negociaciones

Una de las grandes innovaciones del periodo consistió en dar forma a la predecesora de la ONU. La Sociedad de Naciones, que estaba diseñada para prohibir las horrendas matanzas de 1914-18 mediante pactos y tratados. Sin embargo, cada uno de sus miembros guardaba celosamente sus propios intereses y ponerlos de acuerdo no iba a ser tarea fácil.

Firma del Tratado en la sala de los Espejos del palacio de Versalles el 28 de junio de 1919.

¿Soluciones o parches?

Para finales de la década, no pocos gobernantes podían sentirse relativamente satisfechos de su labor. Los principales problemas derivados de la Gran Guerra habían desaparecido, y no parecía probable que volvieran. Pero ¿cuáles de ellos habían sido solucionados realmente y cuáles iban a volver a aparecer a la primera oportunidad?

El final de una época

Las grandes formas sinfónicas dan sus últimos coletazos, queda Strauss y su postromanticismo, o Ravel que desarrolla el impresionismo hasta el infinito, pero Puccini continúa enamorando sus públicos con melodrama y exotismo, la música del XIX sigue reinando en salones y teatros del mundo, nadie está verdaderamente preparado para lo que va a venir.

La música escénica se descompone en géneros diferentes.

Les Ballets Russes de Diaghilev

Esa gran ópera del romanticismo compite con nuevos estilos, nuevas formas, nuevas necesidades estéticas. El cabaret se mezcla con el ballet, Diaguilev revoluciona sus escenarios con Stravinsky, con Poulanc, con Fokin, Alban Berg introduce la ópera dodecafónica, Hindemith o Sulhof introducen la vida misma, la sociedad, la revolución industrial, en sus escenarios.

Aparición del jazz y los nacionalismos.

Django Reinhardt

Llega el jazz, y otros ritmos de origen africano, y el tango, y los dramas existencialistas de Brecht contagian su naturalidad su realismo a compositores europeos. Las músicas tradicionales y folclóricas, el nacionalismo, se introducen con fuerza en la música de las grandes orquestas, Bartok, Falla, Eunescu, Sibelius, Granados.

Las vanguardias, la atonalidad, el dodecafonismo y todas las derivas de la Segunda Escuela de Viena.

Schoenberg con estudiantes.

La atonalidad marca el rumbo de la ortodoxia, el dodecafonismo y todas las derivas de la Segunda Escuela de Viena se establecen como el magma del que todo debe surgir, su rigidez es discutida por HIndemith o Porkofiev, el público la afronta con desgana y los nuevos regímenes totalitarios la prohiben, pero nada disminuye su importancia dogmática y programática.

Las grandes revoluciones.

Ballet Triádico de Oskar Schlemmer. La primera representación tuvo lugar en el año 1915.

Las revoluciones sociales, estéticas, artísticas se extienden por Europa como ese gran fantasma que hace tanto anunciara Carlos Marx, se desploman las ideas religiosas del XIX, caen los imperios, los grandes pensadores del momento tienen la obligación de pensar en grande, de decidir qué se puede hacer con el mundo, Europa se convierte en un volcán de creatividad, nada se da por sentado, las masas necesitan nuevas formas de entretenimiento, Kurt Weill destrona la música seria, las vanguardias quieren abolir el sistema tonal, Stravinsky deroga una y otra vez las vanguardias...

Bassai "El ojo de París"

Brassaï, pseudónimo de Gyula Halász nació en 1899, en Brassó. Su amor por la ciudad, que por cuyas calles a menudo se paseaba por la noche, lo llevó a la fotografía. En 1924 se trasladó a París, donde viviría el resto de su vida y en la que encontró su tema principal de trabajo. El modo en el que retrató sus calles, el extraordinario tratamiento de la luz y los detalles capturados en sus imágenes le hicieron célebre, siendo algunas de sus instantáneas verdaderos iconos culturales, símbolos de una época y de la ciudad.

Paul Strand "La fotografía como medio artístico"

Paul Strand nació en Nueva York en 1890, hijo de una familia de inmigrantes provenientes de Bohemia. Fue uno de los máximos exponentes de la denominada ‘Fotografía directa’, un movimiento que rechazaba la noción de que la fotografía debía imitar a las bellas artes. El abandono de la aproximación pictorialista comienza a acercar a Strand al registro fotográfico directo de modo que es considerado uno de los fundadores de la fotografía documental moderna. Paul Strand es uno de los fotógrafos del siglo XX cuya influencia aún sigue permeando a los creadores en el nuevo milenio.

La exposición de artes decorativas de París de 1925. Pioneros del arte, diseño y moda.

Los primeros coches deportivos, los clubes de jazz de Montparnasse, el glamour la belleza y el exotismo impregnaron todos los aspectos de la vida cotidiana. La moda, el diseño, el objeto, la decoración y la publicidad reflejan el nuevo talante moderno, urbano y cosmopolita que se impuso en la capital francesa en los años 20.

Gran salón del Pabellón del Coleccionista con muebles de Jacques-Emile Rulhmann y pinturas de Jean Dupas
Libélula, René Lalique

Las piezas de joyería de artistas fascinantes que definen las vanguardias.

Desde Duchamp el objeto se ha convertido en un campo de exploración para los artistas. Piezas intimas de adorno, realizados en nuevos materiales como la plata, el acero, el cobre, el cromo u otros sintéticos, fabricadas por pintores, escultores o arquitectos de forma manual evocan los principios de su arte. Veremos obras muy sugerentes de los movimientos artísticos del arte moderno.

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