Fotografías y texto: David Bolaños
El concierto que dio Metallica este sábado en el Estadio Nacional fue la continuación de lo iniciado hace seis años en Tibás y, a la vez, un acontecimiento nuevo por completo.
A pesar de que es la segunda ocasión en que la banda estadounidense de thrash metal se presenta en Costa Rica, el repertorio estuvo lleno de primeras veces para los casi 30.000 espectadores.
La mitad del repertorio de 18 canciones no fue interpretado hace seis años en el estadio Ricardo Saprissa. Desde el inicio estrepitoso de Hit the Lights, fue evidente que los dos conciertos tendrían personalidades distintas.
Además de esa enérgica apertura –una de las primeras composiciones de la banda en 1982–, quienes asistieron al Estadio Nacional presenciaron la primera vez que clásicos como The Unforgiven, The Memory Remains, Fuel y Orion estallaron en suelo costarricense, sin olvidar entre éstas a Whiskey in the Jar, uno de los covers más famosos de la banda.
Entre los estrenos también estuvieron las tres canciones que hasta ahora conocemos de Hardwired... to Self-Destruct, disco que Metallica lanzará el 13 de noviembre: Moth Into Flame, Hardwired y Atlas, Rise!
La audiencia reunida en el Estadio Nacional también pudo hacer lo que les placiera con For Whom the Bell Tolls, Sad But True, Creeping Death, One, Master of Puppets, Fade to Black, Seek & Destroy, Nothing Else Matters y Enter Sandman, canciones que ya habían sonado en Tibás en el 2010, pero que siempre podrán escucharse una, otra y otra vez.
Amada y odiada entre los seguidores del metal, la discografía que Metallica ha construido por más de 30 años es reinventada por sus miembros cuando ellos deciden interpretarla en vivo. En Costa Rica, ellos demostraron que cada una de sus presentaciones se siente única. En concierto, es como si cada canción se escuchara por primera vez.
Semanario Universidad, 2016