reflexión 15
Lucy Márquez: Todos somos seres humanos
Tengo 17, 18 años en Filadelfia. Soy de México, del estado de Chihuahua. Ahora no trabajo, pero en México trabajaba como secretaria. Estoy casada y tengo tres niñas —dos de 16 años, y una de 11. Ya mi esposo estaba aquí, trabajando en construcción, cuando decidí venir con él. Mis niñas nacieron aquí.
Desde el momento que yo llegue a este país, me establecí, no me costó adaptarme. Mi familia vive en Chihuahua, pero como puedo verlos, gracias a Dios, cuando llegan a visitarme, no extraño México demasiado.
Me voy a enfocar en oración para las familias
Empecé como voluntaria en Nuevo Movimiento Santuario hace cinco años, ahora soy miembro de la junta directiva. La junta, simple y sencillamente, se reúne para contribuir ideas. Se va refrescando cuando llega nueva gente, guardando siempre los valores de NSM.
Blanca [Pacheco] me invitó a participar en este ayuno, y pienso ayunar varios días hasta la una de la tarde. Me voy a enfocar [durante el ayuno] en oración para las familias, para que no se sigan separando, para que el presidente y su gabinete hagan algo justo y no estas leyes malas que no tienen validez.
Hace años atrás no se tenía el temor que se tiene ahora. El hecho que ahorita se está separando a las familias, mete miedo. Mis hijas son ciudadanas, y aún así se siente. Y como yo manejo — las llevo a la escuela, voy a hacer compras, etc. — más aun.
De una manera u otra, hay que empujar para una reforma migratoria. Eso significa mantener familias completas, y un camino favorable para legalización.
Lo más importante es recordar que todos somos seres humanos. Estas injusticias son contra seres humanos, de parte de seres humanos.