Y mientras Julián dormía, su quinto sueño se enfocaba en la Revolución Copernicana. Su mente, su imaginación y su subconsciente habían sido llevados al sigo XVI donde Copérnico afirmaba que la tierra no se mantenía de manera fija en el centro del universo y todo giraba alrededor de ella. Por otro lado Kant peleaba su teoría de que la tierra giraba alrededor del sol, mientras los empiristas creían que el sujeto giraba alrededor del objeto. La visión copernicana consideraba al objeto y por contrario Kant consideraba al sujeto, es decir al ser humano.

-Abuelo Phily: ¡Julián! Despierta nietecito, es hora de ir al colegio, arréglate y toma tu desayuno para no perder el auto bus.

-Julian: Pero abuelo… quiero platicarte el sueño de esta noche, sin duda uno de los más interesantes y controversiales que he tenido.

-Abuelo: Lo platicaremos en la noche, quiero escucharlo todo pero por ahora hacer lo que se tiene que hacer.

Julián, un niño de 11 años viviendo con su abuelo. Sus padres quienes han sufrido un accidente automovilístico hace un par de años y lo han dejado con el señor Phily, son los causantes de la pasión que tiene este niño por leer libros, escuchar anécdotas de su abuelo y soñar esas historias que van más allá del mundo terrenal.

(El día a pasado. Hoy es martes, lo cual significa que el abuelo ha ido al mercado después de trabajar y ha comprado las galletas de coco que le gustan a su nieto. A las 6 de la tarde es su hora de convivencia donde meriendan juntos y platican de sus sueños hasta que el cansancio se los permita).

-Julián: Abuelo, antes de empezar a platicarte de anteanoche quiero contarte lo que aprendimos en clase hoy. He aprendido la razón por la cual la metafísica no puede llegar a la ciencia. En clase de filosofía Mis Ximena nos ha dicho que ésta no puede llegar a ser ciencia, porque sus juicios no son sintéticos-a priori.

-Abuelo: Que interesante se escucha lo que dices hijo, pero platícame más porque no logro entender al cien por ciento.

-Julián: Si. O sea que la filosofía ha de buscar su propia identidad y método. La metafísica intenta responder cuestiones como la existencia de Dios, del alma y todas las cuestiones que van más allá de lo terrenal.

-Abuelo: ¡Cuánta razón! De hecho mijo, cuando yo era chico también tocábamos estos temas en clase. Incluíamos algo llamado la crítica de la razón, la cual contiene tres conceptos.

-Julián: Y cuáles son esos abuelo?

-Abuelo: Bueno, pues el primero es la estética trascendental, la cual estudia las condiciones de posibilidad de los juicios sintéticos a priori de las matemáticas. Luego la analítica trascendental que estudia el caso de los juicios en la física. Y por último la dialéctica la cual se encarga de los posibles juicios sintéticos a priori en la metafísica.

-Julián: suena confuso buelito, pero creo que por contexto entiendo los diferentes tipos de juicios. Por ejemplo si yo expresara una frase como: “todos los cuerpos “x” son pesados” sería un juicio analítico, es correcto?

-Abuelo: No mijo, esto viene siendo sintético ya que el predicado esta fuera del concepto expresado en el sujeto. Estos juicios añaden algo nuevo a lo ya sabido en el sujeto. Pero mira, un juicio analítico sería algo como: “Todos los cuerpos son extensos.” Ya que el predicado está contenido en el sujeto. Juicio que no aporta o dice algo más de las cosas.

-Julian: Oh, okey creo que ahora comprendo. Abuelo Phily, ya se nos pasaron las horas, al parecer lo que aprendí hoy en clase fue tan interesante que nos quitó el tiempo para platicar sobre mi sueño. Ya estoy cansado y no me quiero dormir muy tarde. Yo creo que mañana lo seguimos platicando.

-Abuelo: Claro que sí mi Juliancito, vaya a dormirse y descanse esa mente. Buenas noches mijo.

-Julian: Oh, pero espera abuelo. Solo tengo una pregunta más, ¿tú crees que el ser humano puede conocer la realidad tal como es, de manera profunda?

-Abuelo: Claro, el ser humano es el centro del conocimiento, debido a que el esquematismo a priori, tanto de la sensibilidad como del intelecto, le posibilita conocer el mundo. Solo que la razón tiene límites, frente al tema de Dios, y el alma y la libertad, porque escapa al espacio y al tiempo.

(Ya pasaban las 11 de la noche y Julián no dijo más. Pareció como si esa última frase de su abuelo capturará su atención y estuviera listo para presenciar su siguiente interesante sueño, que a lo mejor, estaría ligado con esta conversación).

Escrito por: Isabel Canales, Bernardo Espinosa, Daniela Curiel y Carla Colín