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Una aventura de 500km en dos ruedas CDMx - Oaxaca

Esta aventura nacío a partir de una idea simple, rodar por la carretera con mi bicicleta, atravesar los grandes valles y encontrarme en medio de los cerros. Durante dos meses reuní todas las piezas para emprender mi ruta. Me sentía emocionado y presionado entre llevar lo necesario y ubicar las rutas más adecuadas. Aun con los meses previos de preparación, el día previo a mi salida, aún estaba haciendo arreglos a mi bicicleta; colocando el portabulto, asegurando los frenos y revisando herramientas.

Dividí mi ruta en 5 puntos:

  1. 1.Cuautla
  2. Izúcar de Matamoros
  3. Acatlán
  4. Nochixtlán
  5. Centro de Oaxaca

Playlists de viaje

Como parte de mi preparación, hice una selección de canciones en Spotify; justo para escucharlas y poder inspirarme en los momentos difíciles del viaje. Para esto, también tuve la precaución de descargarlas en mi móvil, ya que sabia que no iba a tener internet en algunas zonas del camino, y además quería ahorrar datos.

Salida

El 24 de de julio salí a las 7:00am con dirección hacia el Centro de Oaxaca. A pocas personas les comenté sobre mi plan, así que decidí preparar un video para anunciar el inicio de mi aventura. Facebook y otras redes sociales fueron los medios para que familiares y amigos estuvieran al pendiente.

Primera caseta hacia el sur

Tepoztlán

Arribé a Tepoztlán y me dieron ganas de seguir adelante, pero me tomé un momento para conocer el centro. Mi encuentro con la orden Dominica empezaba...

Las calles empedradas y las casas con techos de doble agua, me recordaron mucho Cuetzalan. Caminé un par de horas por Tepoztlán y me prometí regresar con más calma.

Cuautla

Llegué al primer punto programado.

Después de cinco horas de rodar, la Ciudad Cuautla Morelos, me recibió con una luz intensa de cuatro de la tarde. Rodé por sus calles durante varios minutos hasta que llegué a la famosa estación de tren. ¡Estaba muy emocionado! los trenes siempre me han causado alegría, me recuerdan una parte de mi infancia muy grata.

Las famllias de Cuautla disfrutaban mucho la estación del tren.

La estación de ferrocarril de Cuautla se dice que es la más antigua de México. Me quedé encantado de estar en esos espacios tan viejos.

El mural de la Estación

Dato curioso, el gran mural que se encuentra en uno de los extremos de la estación, fue pintado por los estudiantes de la UAM Xochimilco.

Puebla

Territorio poblano, mitad de camino. : )

Tehuitzingo

Mi ruta había terminado por ese día y me hospedé en un pueblo pequeño y agradable llamado Tehuitzingo, antes de llegar a Acatlán de Osorio. Me sentía más seguro.

La zona rocosa

En esta parte del camino siempre quise detenerme cuando venía en auto. Es una zona rocosa, que sigue en reparación desde que tengo recuerdos... Sus grandes piedras derrumbadas me invitaban a tocarlas, me quede a disfrutar un par de horas más.

Me di cuenta que las comidas que hacía en los pueblos no eran suficientes ya que estaba perdiendo peso. Eso sí, comía muy rico y me llenaba, pero lo que se necesitaba eran energéticos y proteínas en abundancia, preparados con pastas, soya, lentejas, garbanzos, etc. Ademas es mejor comer muchas veces y en pocas cantidades, que comer mucho dos o tres veces al día. Al final esta aventura me servirá para otras salidas más adelante.

Huajuapan de León

Llegué a Huajuapan por la tarde noche, me encontraba cansado y hambriento pero muy contento. Ya había estado en ese lugar tiempo atrás. Me instalé y descansé, posteriormente di un paseo nocturno al rededor de sus calles y su plaza principal. Mientras daba ese paseo planeaba los lugares que visitaría por la mañana.

Al llegar a Huajuapan recordé a unos amigos muy queridos de hace algunos años, Maricela y Lenin. Sus padres son de este lugar, específicamente de La luz Nagore y El Espinal. Me comuniqué con Maricela y fraternalmente me ofreció hospedaje en la casa de sus padres, lamentablemente me encontraba a kilómetros del pueblo, no pude quedarme. Así que me hospedé en el Centro de Huajuapan. Hermosos recuerdos llegaron a mi mente al estar ahí y sin duda esos amigos siguen presentes en mi vida.

El último valle

Por fin entre a Oaxaca y aunque estaba cansado, me esperaba un largo camino lleno de espectaculares nubes. Era el último valle antes de llegar al Centro de Oaxaca.

Santo Domingo Yanhuitlán, Oaxaca

El exconvento de Santo Domingo Yanhuitlán es impresionante, lo podía ver desde muchos kilometros atrás. No pude explorarlo por dentro, pero su fachada fue suficiente para volver a ese lugar con más calma.

Asunción Nochixtlán

En la salida de Nochixtlán, me tope con un camión destruido y atravesado en medio de la carretera. La organización y la movilidad social es una característica muy arraigada en los oaxaqueños.

Sabía que ya estaba por llegar a mi destino, me detuve un momento en una pequeña cabaña para disfrutar el último trecho. Una buena comida y un café, me reconfortaron mientras pensaba lo había logrado.

¡¡Centro de Oaxaca, llegué a la meta!!

Me sentía tan emocionado de haber logrado esta larga travesía, una electricidad recorría mi cuerpo una y otra vez. Estaba tan contento que se lo platicaba a la gente que pasaba a mi lado, les comentaba que venía pedaleando desde la Ciudad de México y se emocionaban al escuchar el resumen de mi recorrido. 500 km en cuatro días.

Una vez más estaba ahí, recordando con ilusión pero también con nostalgia algunos pasajes. Me reencontraba conmigo mismo nuevamente. Estaba feliz de haber llegado.

Oaxaca siempre es fresca, llena de vida. Puedes mirar hacia cualquier dirección y siempre encontrarás algo interesante que te cautiva a ser parte de ella. Te invita a que pienses de manera diferente.

Y aunque estaba muy cansado, tenía muchas ganas de rodar por sus calles adoquinadas. : )

Marcas del camino

El contraste de mis piernas era muy marcado, por el intenso calor del camino. Lo que para muchos podrían ser heridas, para mi eran trofeos que había ganado.

Hospedaje en Hostal Dos Lunas

Me hospedé en este lugar llamado Dos Lunas, lo recomiendo mucho, es muy económico, te tratan muy bien y el servicio es de primera. Se encuentra cerca del Centro de Oaxaca, a tres cuadras de Santo Domingo, en la calle de M. Bravo antes de llegar a Sabino Crespo.

Disfrutando del Centro de Oaxaca .

Ruta planeada para rodar.

El Árbol del Tule

Santa María del Tule

Mi camino contemplaba visitar el mítico Tule, el árbol con el diámetro de tronco más grande del mundo. Su edad se desconoce, pero se calcula que tiene más de 2000 años, decía un guía de Santa María.

Cuando yo tenía 12 años, lo visité por primera vez y no me impresionó del todo, mi corta edad me impedía dimensionar el tamaño de aquel árbol. Pero ahora que nos volvimos a encontrar, me quedé impactado, es majestuoso e imponente, te inspira respeto como un abuelo muy viejo.

Tlacolula

Fui a Tlacolula porque me dijeron que acá bajaban muchos pueblos a vender sus productos, eso me interesaba mucho, ¡me encantan los tianguis!

Me impresionó mucho el tianguis y el mercado, son muy grandes y venden muchísimas cosas; desde verduras, frutas de temporada, hasta animales vivos como gallinas y guajolotes. Todo se me antojaba, iba con un hambre de viquingo.

Platiqué con una señora muy agradable que vendía tejate, me explico el interesante proceso de elaboración. Me tomé dos vasos de esa bebida de maíz, me reconfortó el alma y me dio toda la energía para seguir adelante

Mitla

Me acordé de mi amigo Javier al llegar a Mitla, es un gran músico que respeto mucho, pero sobre todo, un gran amigo de toda la vida. Él, siempre me contaba de este lugar y me invitaba todo el tiempo, ahora me doy cuenta del porque.

No tuve mucho tiempo de estar en el pueblo, pero me quedaron muchas ganas de regresar y hospedarme algunos días.

Hierve el Agua

Dejé la bicicleta para ir a Hierve el Agua, decidí viajar en camionetas foráneas. La cercanía que tuve con la gente fue muy valiosa, porque me compartieron fragmentos de su vida muy importantes para mi viaje.

Un señor viejo y de sombrero, me narró el viaje que hizo a la Ciudad México cuando era joven, me contó que le había gustado mucho. El señor Armando revivió su historia cuando le platiqué mi travesía en bicicleta a Oaxaca. Un espejo en medio de los dos reflejaba ambas historias.

Tomé cuatro transportes para llegar a Hierve el Agua, ¡valió mucho la pena! Un lugar espectacular y único al que regresaré...

Hierve el Agua

La Nueva Babel

No podía irme sin visitar La Nueva Babel, un espacio donde puedes disfrutar de buena música y convivir con algunos artistas emergentes oaxaqueños.

Esa noche tuve la suerte, de escuchar a un saxsofonista muy bueno, que acompañaba al trovador de la casa. El ritmo conmovedor del sax, alentaba a una pareja a acariciarce muy delicadamente, se veían muy enamorados, decidí tomar la fotografía cuando él le murmuraba algo en el oido. Se abrazaban con mucha pasión y un un pensamiento paso por mi mente, Oaxaca es el lugar perfecto para enamorarse : )

Fin de viaje.

Fue una aventura que me exigió mucha resistencia física, ya que tuve que rodar por carreteras con pendientes muy inclinadas, atravesando montañas, largos valles y climas intensos. Derivado de esto, había perdido peso y también músculo, pero al mismo tiempo gané mucha fuerza de voluntad que se convirtió en una enorme alegría.

Gracias a todos mis amigos y familiares que estuvieron pendientes de mi aventura, las nuevas amistades que me brindaron su apoyo. Sus mensajes de aliento me dieron fuerza para seguir rodando con gran entusiasmo.

Gracias,

Victor Reyes.

Hierve el Agua 2017
El rin averiado de mi bicicleta lo utilicé como marco para mis fotografías
Created By
Victor Reyes
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