En Ecuador, al igual que la mayoría de los países de América, los principales problemas de nutrición de los niños menores de cinco años son la desnutrición crónica (talla baja) . En la región, Ecuador continua presentando tasas altas de desnutrición, en comparación con otros países de iguales ingresos, como el Salvador, pero similares a las de Bolivia y Perú.

Una estrategia para erradicar o disminuir este problema debería enfocarse en asegurar una adecuada alimentación y nutrición a las mujeres durante el embarazo y en el periodo de lactancia, en particular dirigida a adolescentes y a las niñas y niños, desde su nacimiento hasta los dos primeros años de vida.

Los primeros dos años de vida son fundamentales para definir el patrón de crecimiento , desarrollo y rendimiento del niño. Durante este periodo el niño pasa por dos etapas muy importantes: el periodo de lactancia materna y el periodo de alimentación complementaria. Las practicas inadecuadas de lactancia materna y alimentación complementaria, así como la elección desacertada de alimentos y la inseguridad alimentaria, tienen un impacto desigual en el desarrollo mental y físico de los niños pequeños.

Como resultado, miles de lactantes y niños pequeños no logran alcanzar su potencial de crecimiento y sufren de múltiples deficiencias de macro y micronutrientes. Las consecuencias inmediatas de una nutrición deficiente incluyen morbilidad y mortalidad elevadas y desarrollo mental y motriz atrasado en los años preescolares. A largo plazo, las consecuencias incluyen deficiencias en la capacidad de aprendizaje y habilidad intelectual en el colegio, tamaño pequeño de cuerpo y capacidad reducida de trabajo, mayor riesgo de sobrepeso y enfermedades crónicas no transmisibles