La Emperatriz en el Borda #QuéPasóenborda

A la emperatriz de México, Carlota de Habsburgo, la diagnosticaron con ataques de histeria, por lo cual le recomendaron ir a un lugar en donde pudiera descansar. Por eso mismo, Maximiliano, emperador de México, pidió inmediatamente que enviaran a Carlora a su casa de verano en Cuernavaca, para que su esposa pudiera tomar su debido descanso. Y así fue, aunque costó mucho trabajo lograr que la emperatriz aceptara, debido a que ella no quería ir sola a ese lugar, no le gustaba y sabía que su esposo aprovecharía para estar con sus amantes. Pero era más el poder que poseía Maximiliano y lograron llevar a Carlota al Borda.

A su llegada, pudo sentir un profundo sentimiento de soledad, en ese inmenso lugar, ella estaba rodeada de las sirvientas que alguna vez fueron amantes de su esposo, y eso la repugnaba. No sabía que era lo que iba a hacer todo el tiempo de su estancia.

Cuando la recibieron, le presentaron a la mujer que sería su dama de compañía, Constanza, una mujer un poco más joven que ella, con tez morena y una encantadora sonrisa. Carlota se percató que estaba acompañada de un niño pequeño, llamado Esteban. Al principio Carlota sentía un gran desprecio hacia ella porque se rumoreaba que ella era la doncella favorita de Maximiliano, y eso la repugnaba. Pero con el paso del tiempo, Carlota se da cuenta que Constanza en muy buena con ella y por eso le empieza a tener cariño a ella y a su hijo Esteban.

A las semanas de llegar, la condición de Carlota empeora. Empieza a perder el apetito y sufre de ataques nerviosos mientras camina por el Borda. Los doctores insisten en que cesarán entre más reposo tome. Un día mientras come al lado de su fuente favorita en el Borda, sufre de un ataque de paranoia y toma agua de la misma, gritando que alguien intenta envenenarla.

La situación mental de carlota empeora con el paso de los días, y Constanza se asusta cuando se da cuenta que Carlota talla con piel con sus uñas hasta el punto de sacarse sangre, para después embarrarse tierra y lodo en su herida, cuando Constanza le pregunta porque hace eso, Carlota le responde que espera que, con el lodo, pueda tener una tez morena como la de Constanza, debido a que su tono de piel ya no le gusta.

Otro suceso impactante que Constanza vio, fue que carlota se tallaba el vientre y gritando con lágrimas en sus ojos, preguntándose porque no pudo tener hijos. Lo cual hizo que Constanza decidiera no dejar que Esteban se acercara más a Carlota.

Debido a esto, Carlota comenzó a sentir más soledad, al grado de que no quería salir más de su cuarto, y se la pasaba viendo desde su ventana a Esteban y a Constanza jugar por todo el jardín.

Una noche, después de escuchar ruidos extraños, el jardinero del Borda se despierta para buscar el origen de los sonidos. Llega hasta el lago, en donde ve a Carlota ensangrentada, cargando a Esteban en un barco, cantándole una canción de cuna. Esteban se ve pálido y tieso, sin vida. Le dice al cadáver que pronto verán a su padre, Maximiliano.

El jardinero pide a Carlota que regrese a la orilla para ayudarla de alguna forma; Sin embargo, Carlota empieza a reír y le pregunta si cree que tiene remedio después de señalar algo detrás de él. Cuando voltea, ve el cuerpo de Constanza sin vida, mutilado y mordisqueado, vagamente reconocible.

El jardinero llama a los guardias, los cuales logran sacar a Carlota del lago, y en contra de su voluntad, la vuelven a encerrar en su habitación, ahora teniendo guardias afuera de su cuarto para que no pueda salir.

Cuando le informan a Maximiliano de la situación, este solo pide que la manden de vuelta a Europa con su familia, para que estos se hagan cargo de ella.

Created By
Andrea Rodríguez
Appreciate

Made with Adobe Slate

Make your words and images move.

Get Slate

Report Abuse

If you feel that this video content violates the Adobe Terms of Use, you may report this content by filling out this quick form.

To report a Copyright Violation, please follow Section 17 in the Terms of Use.