La artista y fotógrafa italiana Roselena Ramistella ha dado con una nueva forma de mirar (de verdad) a las personas, de hacernos cargo de su historia. Su serie fotográfica 'The Warmth' retrata, mediante una cámara térmica, a personas migrantes en situación de vulnerabilidad que comparten su experiencia. Imágenes y colores que captan lo incontenible en meras palabras. Con motivo de su participación en la exposición 'Color. El conocimiento de lo invisible', conversamos con ella sobre el color de las emociones, su proceso creativo y este código visual y narrativo único.
Te defines como fotógrafa con experiencia en ciencias políticas. ¿Cómo entrelazas ambas disciplinas?
Roselena Ramistella - El hecho de tener una formación universitaria y unos estudios históricos, políticos y sociales me permite mirar la realidad desde un punto de vista que no es solo estético, sino el de un observador que lee las estructuras de la sociedad, cuestiona las relaciones sociales e intenta proyectarlas en la fotografía y la imagen. Creo que la aproximación a la fotografía con una impronta cultural diferente es lo que nos da las claves para utilizar nuevos códigos visuales. Y, cuando se trata de cuestiones geopolíticas, mi formación universitaria me ayuda a comprenderlas y abordarlas mejor.
Si tuviera que dar un consejo a los y las jóvenes que quieran dedicarse a la fotografía, les recomendaría estudiar humanidades, psicología, antropología, historia. La técnica viene por sí sola, pero comprender lo que nos rodea y dar con la clave adecuada para contarlo es un proceso más complejo que pasa por la experiencia de cada persona, pero también por los códigos inherentes a los estudios humanísticos.
"Mi consejo para los y las jóvenes que quieran dedicarse a la fotografía: estudiar humanidades, psicología, antropología, historia"
Tu trabajo se centra en temas sociales de actualidad, como la inmigración o la emergencia climática. ¿Existe un hilo conductor entre tus proyectos?
Roselena Ramistella - Mi interés no se mueve por temas específicos, es más bien una urgencia emocional la que me lleva a abordar cuestiones tan delicadas y actuales como el cambio climático y la inmigración. Son temas perfectamente alineados entre sí, ya que el cambio climático traerá un nuevo flujo migratorio. De hecho, las migraciones ocasionadas por el cambio climático llevan años en marcha, pero han tenido poco espacio en el debate público, al igual que otras migraciones. Pero, lamentablemente, seguirán creciendo en un futuro próximo. Nos acercamos a un punto sin retorno.
El retrato es un formato central en tu narrativa fotográfica. Lo vemos no solo en ‘The Warmth’, sino también en ‘Sophia’s games’, ‘Be Twins’… ¿Qué es el retrato para ti?
Roselena Ramistella - El estudio del retrato clásico siempre me ha fascinado, especialmente en la historia de la pintura. El descubrimiento del espacio pictórico y la creación del verdadero retrato fisonómico son dos grandes logros de la civilización griega. Yo crecí en una ciudad que fue una gran colonia griega (Gela, Sicilia) nutriéndome de las visiones antiguas y clásicas, contadas a través de cuerpos y rostros perfectos. Una "belleza eterna" que hoy permanece perfectamente contemporánea.
El retrato es una forma de representar algo que no puede mentir. Cada uno de nosotros tiene una historia que se expresa de forma especial a través de las características fisonómicas, convertidas en códigos visuales característicos. El retrato es al mismo tiempo íntimo y relacional: todo se mueve en torno a la empatía que se crea entre fotógrafo y sujeto. Pero, a la vez, el objetivo debe ser que el retrato sea fiel y realista, asegurando que el fotógrafo no esté demasiado presente en la escena, que no la “manipule”.
¿Cómo surgió ‘The Warmth’? ¿Y la idea de utilizar una cámara térmica?
Roselena Ramistella - Empecé el proyecto en 2019, y la primera parte se rodó en un centro SPRAR (Sistema de Protección para Solicitantes de Asilo y Refugiados) que acoge a menores. Tomé un largo descanso a causa de la pandemia, y recientemente retomé el proyecto enfocándome en jóvenes nigerianas víctimas de prostitución. Antes del rodaje, pasé días conociendo a los chicos y chicas, intentando establecer una conexión de empatía. No quería que sus respuestas tuvieran ningún filtro. Era la primera vez que utilizaba este método, y me condujo a una actitud muy poco convencional hacia mi producción fotográfica. Hay muchos trabajos que hablan de inmigración y me he acercado más de una vez a este tema, pero esta vez quería profundizar. Buscaba una nueva narrativa, seguir caminos inexplorados. Me pregunté si las emociones tenían un color, si podía verlas. Y, tras varias investigaciones, llegué a la termocámara.
"El retrato es una forma de representar algo que no puede mentir"
¿Cómo reaccionaron los y las participantes ante la idea de compartir su relato personal con esta narrativa en color?
Roselena Ramistella - Inmediatamente entendieron el proyecto y lo acogieron positivamente. El hecho de que la cámara térmica no revelara su identidad a la perfección permitió crear un ambiente más relajado, especialmente para las mujeres. El proceso debía llevarse a cabo con delicadeza, a través de preguntas específicas que generaran estímulos emocionales, y era muy importante que existiera confianza mutua. Cuando entrevisté a los menores quise ponerme frente a la cámara y dejé que me interrogaran, para que vieran que no había de qué preocuparse. Quería crear un vínculo emocional, para generar estímulos: alegría, dolor, miedo, nostalgia. Pero al mismo tiempo traté de no excederme, ya que muchos de ellos han sufrido traumas y abrir esa puerta era demasiado arriesgado.
¿Cómo fue el proceso creativo de la serie? ¿Hubo alguna sorpresa?
Roselena Ramistella - Las emociones en sí mismas son siempre sorpresas, es como si se movieran dentro de una curva que sube y baja. Pregunté a algunos niños si se habían llevado algo durante el viaje, y uno me contó que traía consigo una foto de su madre. Un atisbo de sonrisa apareció en su rostro solo un segundo antes de que se pusiera nervioso mientras me contaba las torturas que había sufrido en Libia.
A lo largo de las entrevistas, ¿cómo variaban los tonos de la imagen? ¿En qué momentos dominaba cada color?
Roselena Ramistella - Cuanto más fuerte era una emoción, más fluía la sangre y, su cuerpo enrojecía. O, si la temperatura corporal (y por tanto su estado emocional) se volvían más críticos, todo se teñía de amarillo casi quemado. Esto sucedía a menudo con el sentimiento de rabia por las torturas sufridas en las cárceles libias. También en las mujeres cuando hablaban de la violencia sexual que viveron, aunque encontré en ellas mucha fuerza, coraje y dignidad.
Nos encantaría que nos hablaras de uno de los protagonistas de la serie cuya historia te impactara especialmente.
Roselena Ramistella - La historia que más me impresionó es la de Tina, quien con coraje y mucha fuerza contó cómo fue traicionada por su tío y entregada a una madame. Sus dos hijos le fueron arrebatados y fue obligada a participar en rituales Juju [prácticas supuestamente mágicas o de brujería consistentes en sacrificar animales] y a la prostitución. Tuvo la fuerza suficiente para escapar de la casa donde sufrió violencia sexual incluso durante los nueve meses de embarazo. Y hoy la tiene para construir su propia identidad, sanar las heridas y recuperar a sus hijos. Ella es una heroína moderna que me contó todo sin bajar la mirada. “Soy Tina y te voy a contar mi historia” dijo nada más entrar en la habitación.
"Al final de las entrevistas sentí que la vida es cuestión de suerte: nuestro destino depende de dónde nacemos, escapa de nuestra voluntad. Pero también aprendí que es posible enfrentar un destino adverso, arriesgando la vida para combatirlo"
¿Ha cambiado tu percepción del color a raíz de ‘The Warmth’?
Roselena Ramistella - Algunos aspectos relacionados con la psicología del color son muy subjetivos, mientras otras consideraciones han sido científicamente probadas. Pero ‘The Warmth’ no busca tener pretensiones científicas. En realidad habla de algo perceptible a simple vista: si te emocionas, tus mejillas se ponen rojas. No es más que calor y sangre fluyendo más rápido por tus venas.
Por Blanca Del Guayo
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