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Desalojados rostros de los habitantes de san isidro

Fotografía / David Aronnax García Tapasco - Escribe / Maritza Palma Lozano

Es fácil que funcionarios de la Alcaldía de Pereira y la fuerza del Gobierno acompañen con mezquindad el desalojo de cientos de familias cuando los familiares no son suyos. Es indoloro señalar a la gente como invasora cuando quien ha tenido que vivir en condiciones precarias no ha sido uno. Es viable hablar de desarrollo para una ciudad, a partir de un proyecto ferroviario, cuando los sin hogar no les importan a los demás.

Estos son los rostros de algunos de los habitantes de la vereda San isidro que fueron sacados de sus viviendas los días 3 y 4 de marzo por un operativo que le quita oficialmente las tierras a gente pobre para entregarlas a Tren de Occidente S.A, quienes terminarán las vías férreas que conectarán económicamente a Caimalito, Pereira, con Buenaventura. El secretario de Gobierno, Álvaro Arias Vélez, hincha pecho afirmando que según ellos "recuperaron 36 mil metros cuadrados" que van a aportar "a la competitividad y la generación de empleo", pero el proyecto tan prometedor que se supone es para toda la ciudadanía no le brindó garantías de reubicación ni a quienes en efecto habían invadido, ni a quienes hace 12, 17 o hasta 20 años compraron las tierras donde construyeron sus casas.

Credits:

David Aronnax García / Maritza Palma Lozano