Media docena de sismos de una magnitud igual o superior al que golpeó a México el viernes (8,2) han sacudido el planeta en las últimas tres décadas.
Los dos sismos más potentes, en Tailandia y varios países de Asia en 2004 y otro, en este mismo continente, en Japón en 2011, fueron también los más letales, aunque otros temblores de una magnitud muy fuerte dejaron muchas menos víctimas. En cambio, los terremotos menos potentes dejaron muchos más muertos.
Asia en 2004 (9,1): 220.000 muertos
El 26 de diciembre de 2004, un sismo de una magnitud de 9,1 frente a las costas de Sumatra (Indonesia) provocó un gigantesco tsunami que causó más de 220.000 muertos en una decena de países del sureste asiático.
Con una velocidad de 700 km/h, a los tsunamis les bastan unas horas para alcanzar la costa, como un muro de agua que, en ocasiones, se eleva 10 metros.
La primera región afectada fue la provincia indonesia de Aceh. Luego le llegó el turno a las islas indias de Andamán y de Nicobar, al suroeste de Tailandia -con sus complejos turísticos repletos de visitantes extranjeros-, al continente indio, Malasia, Birmania, Sri Lanka y las Maldivas; así como a la costa oriental de África, golpeada seis horas después de que se produjera el sismo.
Japón en 2011 (9,1): 18.500 muertos
El 11 de marzo, el país se vio sacudido por un terrible sismo de magnitud 9,1 en el océano Pacífico, a unas decenas de kilómetros de la costa noreste de la gran isla de Honshu.
Menos de una hora después, una ola gigantesca de más de 20 metros de altura en algunos puntos asoló el litoral de la región de Tohoku (noreste), llevándose todo lo que encontraba por delante, destruyendo puertos, casas, escuelas y fábricas y provocando un importante accidente nuclear en Fukushima.
La catástrofe dejó cerca de 18.500 muertos, a los que se añadirían unas 3.000 personas que fallecieron más tarde, a causa de la tragedia.
Texto: AFP- EL DEBER/ Fotos: AFP y Reuters/ Composición gráfica: Christopher André