Su título fue ‘La vergüenza del Atlántico’, relacionando la paupérrima administración que el actual director de Indeportes, Aymer Castillo Rosales, hizo durante dos años y pico, hasta el punto de llevar a nuestra delegación a la peor actuación de la historia en Juegos Nacionales y de cómo ocupamos el lugar 15, por debajo de Casanare, en los Juegos Nacionales Supérate, que es donde está el futuro.

Corrupción y falta de compromiso

No relacionamos los Juegos Nacionales de Discapacitados, también llamados Paralímpicos, porque precisamente ese día terminaban en Ibagué. Pero, para no dejar nada oculto, es bueno informar que se perdieron cinco medallas de oro en relación con las justas pasadas. Es decir, también en ese aspecto decrecimos

"Pienso que el dinero del deporte debe ser para el deporte. Y no podemos permitir, nosotros, que sea desviado" Estewil Quesada

Y digo que pudo ser el discurso de hoy porque ya el año pasado, en este mismo acto, advertimos lo que se venía porque el director Castillo Rosales es un incompetente completo que pasará a la historia como el peor de todos los tiempos y que, al menos que se conozca, jamás radicó en Coldeportes un solo proyecto. Al contrario: rechazó la posibilidad de construir en la Universidad del Atlántico el Centro de Alto Rendimiento que tanto añora la ciudad.

Los Juegos Centroamericanos

Al día siguiente de la publicación, unas horas después de llegar de Ibagué, al director Castillo Rosales lo citó el señor gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre. Al edificio de la Gobernación, llegó en compañía de tres funcionarios de Indeportes. Conozco muchos detalles de la reunión y de la indignación del señor Segebre por lo pronosticado de 13 medallas de oro cuando apenas se llegó a 4 y de la excusa posterior que había dado que tuvo una “exageración pequeña”, cuando infló en un 225 por ciento el resultado final.

Con todo y que el dinero no es el ideal, a este director de Indeportes se le dio más que a cualquiera otro en toda la historia del deporte del Atlántico. En eso, y de ahí su indignación, el señor Gobernador tiene razón. Porque quien entregó todo el dinero fue el señor Segebre. De parte del director jamás gestionó un peso, diferente a Enrique Vengoechea, por ejemplo, que durante la administración de Eduardo Verano consiguió mil millones de pesos para los Juegos de 2008.

Las autoridades competentes deben investigar si hubo algo ilícito, pues resulta sospechoso que en los últimos días ofrezca dinero, seguramente oficial, a un periodista para ser entrevistado y maquillar su nefasta dirección. En el gremio hay ética y dignidad y, por supuesto, su propuesta fue rechazada.

Lo que dicen los deportistas

Pienso que el dinero del deporte debe ser para el deporte. Y no podemos permitir, nosotros, que sea desviado. Y me refiero en general. La dirigencia, especialmente de ligas, necesita de un jalón de orejas. Por eso en este acto, Acord Atlántico decidió que la categoría de Liga y de Dirigente Aficionado fueran declaradas desiertas.

Muchas ligas ni torneos departamentales realizan, buscan el dinero de ‘papá’ Gobernación y después pretenden ir a Juegos, como ocurrió este año con la complicidad del ejecutivo del deporte que no realizó nada para impedir el despilfarro. ¿Por qué será?

E insisto que debemos cuidar el dinero del deporte. En el foro organizado por Acord Atlántico, antes de elecciones, el gobernador entrante, Eduardo Verano, se comprometió a entregar 37 mil millones de pesos para el deporte. Vamos a estar atentos a que cumpla. Y, señor Verano, si necesita una cruzada para convencer a los diputados, con gusto la familia del deporte la hace.

Lo que dice la gobernación

Hay fuentes de ingresos que en otros departamentos van al deporte, pero que aquí el porcentaje correspondiente no llega a la actividad muscular, como, por ejemplo, regalías (20 %), tasa de seguridad (10 %) y degüello de ganado (50 %). Ahí solo se reúnen, en lo proyectado para el 2016, 15 mil millones de pesos.

"Esta administración está comprometida con el deporte. Creemos en un cambio"

El Distrito también debe meter mano y el alcalde electo, Alejandro Char, lo sabe. Los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018 es un buen motivo para levantar modernos y funcionales escenarios deportivos y, ojo, y sitios de entrenamientos, que son a veces más importantes que los coliseos. Esto, señor Alcalde Char, nos debe servir de pretexto para construir la cultura deportiva de la juventud barranquillera, esa que tuvieron nuestros abuelos, los campeones de los Juegos Nacionales de 1935.

Porque, copiando a Óscar Niemeyer, el arquitecto que diseño ese museo a cielo abierto que es Brasilia, la moderna capital de Brasil, cuando se le destacó por su obra de cemento de otra galaxia, él le restó importancia y aseguró tajante: “Lo importante es la lucha por una vida mejor”. Y de apostarle al deporte, señoras y señores, van a tenerla mejor nuestros sucesores.